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Archivos de Kennedy revelan una operación para contaminar azúcar cubana exportada a la URSS (V)
La operación fue realizada por un grupo anticastrista en San Juan, Puerto Rico
Periódico Cubano ha comenzado una revisión de las 80.000 páginas relacionadas con el fatal tiroteo del 22 de noviembre de 1963. (Foto © Periódico Cubano – Grok)
Los documentos desclasificados del asesinato de John F. Kennedy, por orden del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, revelan la operación clandestina de un grupo anticastrista para contaminar azúcar mientras era movilizada de Cuba hacia la Unión Soviética.
Periódico Cubano encontró esta información en el archivo 176-10011-10101, publicado el pasado 18 de marzo de este año en la página de Archivos Naciones (NARA, por sus siglas en inglés).
Según el archivo, fechado el 29 de agosto de 1962, fuentes anónimas reportaron a la Agencia Central de Inteligencia (CIA, por sus siglas en inglés) que un barco mercante conocido como Streatham Hill, con bandera británica, en ruta desde La Habana, hacia Odessa, en la URSS, se vio obligado a realizar una parada inesperada en un puerto del Caribe debido a daños menores en su casco causados por un varado accidental.
La embarcación llevaba como carga 80.000 sacos de azúcar cruda cosechada en la Isla para ser refinado en las fábricas soviéticas. Para poder continuar el viaje y reparar los daños estructurales, fue necesario aligerar el barco, descargando 14.000 de los sacos, los cuales fueron almacenados temporalmente en un almacén en San Juan, Puerto Rico.
Una parte de los archivos desclasificados del asesinato de Kennedy sobre un sabotaje a la exportación de azúcar de la Isla a la URSS. (Foto © NARA)
Lo que inicialmente parecía ser una operación de rutina en la logística del comercio internacional, se transformó en un episodio clandestino que involucró una acción de sabotaje.
Las fuentes aseguraron que, durante la estancia del barco en el puerto caribeño, se llevó a cabo una operación secreta. Mediante la utilización de un químico empleado en el proceso de desnaturalización del alcohol, un total de 800 sacos de azúcar fueron contaminados. Esta sustancia, que no es detectado en los procesos industriales de refinado, produce un sabor amargo e insoportable en el referido producto, arruinando completamente su calidad.
La operación fue meticulosamente planeada para no dejar rastro. El contaminante no presentaba ningún riesgo para la salud humana, pero su poder de alteración del sabor era tal que convertía al azúcar en un producto completamente inadecuado para el consumo, ya fuera humano o animal.
El valor de la carga contaminada, estimada entre 350.000 y 400.000 dólares, se perdería en su totalidad, dado que ningún proceso de refinado podría eliminar el amargo sabor del contaminante.
El reporte finaliza con este párrafo: “Para su información adicional respecto a esta operación, fue completada el 24 de agosto de 1962 en San Juan, Puerto Rico. La operación fue realizada con éxito, sin compromisos, y ninguno de los miembros del personal relacionado con el barco está al tanto de la operación”.
El sabotaje del azúcar cubano, aunque aparentemente una acción aislada, podría haber sido parte de un conjunto de maniobras más amplias que, de alguna manera, encajaron en el entramado de presiones que finalmente motivaron al asesinato del presidente, a causa de los vínculos de la CIA con los opositores castristas.
En otro archivo, también publicado por Periódico Cubano, se habla de una conversación grabada entre el empresario y diplomático estadounidense William D. Pawley y un cubano no identificado, donde se plantea la creación de un movimiento clandestino y un sabotaje a la producción de azúcar de la Isla por parte de grupos anticastristas.
Otros archivos del asesinato de John F. Kennedy revisados por Periódico Cubano
Entre los otros documentos publicados y revisados por Periódico Cubano, destaca uno relacionado con el diplomático cubano Antonio Rodríguez Echazábal, a quien el Departamento de Estado de EEUU le negó la visa tras su deserción del régimen castrista. Este hombre es parte de un grupo de figuras vinculadas al entorno cubano que podrían haber tenido alguna conexión o conocimiento sobre los eventos relacionados con el asesinato.
Los archivos también incluyen información sobre José Ricardo Rabel Núñez, un cubano que desempeñó funciones de doble agente para Washington y La Habana.
Además, se encuentra un documento que revela un viaje de Fidel Castro a Moscú antes del magnicidio. En esta ocasión, el mandatario cubano arribó a la URSS para seguir solicitando el apoyo del bloque soviético, pero bajo la condición de que Cuba no sería un “satélite dócil”.