Cuba recibe más de 20 toneladas de ayuda de Bielorrusia tras desastres naturales de 2024

Ayuda humanitaria a Cuba. (Foto © Bruno Rodríguez Parrilla-X)

Cuba recibió este fin de semana un cargamento de más de 20 toneladas de ayuda humanitaria enviado por Bielorrusia, como gesto solidario ante los desastres naturales que azotaron la Isla durante el otoño de 2024.

El envío incluyó alimentos e insumos médicos destinados a asistir a miles de damnificados. El ministro de Relaciones Exteriores, Bruno Rodríguez Parrilla, agradeció públicamente la colaboración del país europeo y expresó en la red social X:

“Agradecemos al Gobierno y pueblo de Belarús por su apoyo y por el envío solidario a Cuba de más de 20 toneladas de ayuda humanitaria, con alimentos e insumos médicos, para los damnificados por los huracanes y el terremoto que asolaron el país el pasado otoño”.

Sin embargo, la publicación del canciller recibió múltiples comentarios de ciudadanos escépticos que afirmaron que esa ayuda difícilmente llegaría a los verdaderos afectados. Es bien sabido que en Cuba el gobierno controla la distribución de las donaciones, y en numerosas ocasiones se ha denunciado la venta de productos donados en divisas.

Algunas de las opiniones fueron: “¿Ahora es que recibirán ayuda esos infelices? Bueno, hay que ver si la reciben”; “Los damnificados no llegarán a ver ni media onza de esas 20 toneladas. Como siempre, los ‘dirigansters’ de la narcodictadura se quedarán con una parte y el resto lo venderán en dólares”.

Desastres naturales en Cuba durante 2024

El 20 de octubre de 2024, el huracán Óscar tocó tierra en el noreste de Cuba como categoría 1, con vientos de hasta 130 km/h. Las provincias más afectadas fueron Guantánamo y Holguín, en particular los municipios de Baracoa, Maisí, Imías y San Antonio del Sur.

Según fuentes oficialistas, el huracán dejó al menos seis muertos, incluyendo una madre y su hijo de cinco años, y provocó graves daños materiales: inundaciones, deslizamientos de tierra, destrucción de viviendas, colapso de puentes y cortes de electricidad y comunicaciones. Más de 25,000 personas fueron evacuadas.

La tragedia se agravó por la inacción del régimen, que no tomó medidas efectivas para proteger a la población. El fenómeno ocurrió durante un apagón nacional que se extendió por tres días, y muchas zonas rurales fueron sorprendidas por el meteoro sin previo aviso.

A estos daños se sumaron los sismos del 10 de noviembre, cuando dos terremotos de magnitudes 6.0 y 6.7 sacudieron el sureste del país, con epicentro en la provincia de Granma. Las sacudidas destruyeron viviendas, afectaron carreteras y causaron graves daños en infraestructuras sanitarias y escolares, complicando aún más la situación en una región ya castigada por los huracanes.

A finales de noviembre, la ONU amplió su plan de respuesta humanitaria para Cuba, solicitando 78,3 millones de dólares para atender los daños provocados por los huracanes Óscar y Rafael, los sismos y el colapso del sistema eléctrico nacional. Inicialmente, el fondo era de 33 millones, pero se incrementó tras los nuevos desastres que afectaron a siete provincias y 17 municipios.

El plan, desarrollado junto a autoridades cubanas, priorizó sectores como salud, vivienda, alimentación, agua y educación. Según datos oficiales, los eventos destruyeron más de 34,000 viviendas, 37,000 hectáreas agrícolas y afectaron severamente los servicios básicos. El objetivo es atender necesidades urgentes y contribuir a la recuperación de las comunidades más afectadas.