Cubano fallece a causa de condiciones inhumanas en la prisión de Baraguá

Geovanis Ramón Álvarez Tamayo no recibía comida ni medicinas en prisión. (Foto © Click Cuba – Web)

El cubano Geovanis Ramón Álvarez Tamayo falleció mientras se encontraba detenido en una prisión de la Isla. Su madre, Yoaimis Tamayo Valdés, ha denunciado que la muerte ocurrió por un trato negligente y condiciones inhumanas en el centro penitenciario donde su hijo perdió la vida.

Según el relato de la mujer compartido al portal Click Cuba, Álvarez Tamayo ya había cumplido cinco de sus seis años de privación de la libertad. En ese periodo, lo trasladaron a diferentes prisiones, siendo sometido a condiciones cada vez más severas a causa de un intento de fuga para visitar a su abuela enferma.

El deterioro del convicto, quien tenía 31 años al momento de su fallecimiento, fue evidente cuando lo trasladaron al centro penitenciario de Baraguá. En este lugar comenzó a tener un empeoramiento físico significativo. “Mi hijo estaba flaco, lleno de churre y me decía que lo estaban matando de hambre”, recordó la madre.

Geovanis contó a su progenitora que en la cárcel solo comían harina y alimentos de mala calidad. Además, las autoridades le impedían recibir medicamentos o alimentos adecuados, lo que, según Yoaimis, agravó aún más su estado de salud.

El 7 de septiembre, el detenido confesó a su familia que creía tener dengue. Aunque fue llevado a la enfermería, no recibió el tratamiento adecuado para este tipo de padecimiento. Dos días después, la madre recibió una llamada devastadora: su hijo había muerto, presuntamente por un infarto.

Desde ese momento, la mujer comenzó un calvario para obtener respuestas, y su inconformidad creció aún más cuando en el resultado de la necropsia le dijeron que el fallecimiento ocurrió por una “sepsis generalizada provocada por una infección urinaria”.

Ella también acusó a las autoridades de ignorar la salud de su hijo y de no brindarle la atención médica necesaria. “Culpo por la muerte de mi hijo, al jefe de la prisión, a los reeducadores, al médico que no le brindó el tratamiento adecuado y, sobre todo, al gobierno cubano que nos está matando poco a poco”, expresó con firmeza.

A pesar de las posibles represalias en su contra, como amenazas de cárcel o un constante hostigamiento por parte de la Seguridad del Estado, la madre ha decidido levantar su voz y hacer pública su historia. Yoaimis tiene la esperanza de que otras madres que se encuentran en situaciones similares también exijan justicia por sus hijos fallecidos en prisión o un trato digno para ellos en las cárceles.

La cubana finalizó su denuncia con una declaración contundente: “Llegaré hasta el final. No me importa nada porque sé que con esto no voy a recibir a mi hijo de vuelta, pero al menos lograré dar un escarmiento y darle fuerza a las madres que están en la misma situación que yo”.