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Calabazar amanece con una cola de casi 300 personas para comprar alimentos
“Ahora, lo más increíble es que a 150 metros del lugar esta la subestación de Calabazar y no se apareció ningún policía hasta las 5:30 a.m”
Cubanos hacen cola desde la madrugada en Calabazar. (Collage: Julio Coll-Facebook)
El barrio de Calabazar, en el municipio habanero de Boyeros, amaneció el lunes con una cola de casi 300 personas que se formaron desde la 5:00 de la madrugada, rozando el fin del toque de queda, en un intento por alcanzar algo de alimento.
La escasez que ha caracterizado a Cuba por décadas se ha acrecentado considerablemente desde el inicio de la pandemia del coronavirus. En La Habana, la situación se hace más tensa con las restricciones impuestas a horarios y zona de venta de alimentos. Desde finales de agosto y hasta el 30 de septiembre, quedó regulada la movilidad de vehículos y personas entre las 07:00 p.m y las 05:00 a.m.
Cubanos hacen cola desde la madrugada en Calabazar. (Foto: Julio Coll-Facebook)
Un vecino identificado como Julio Coll compartió las fotos de la cola en Facebook, donde explicó que la subestación de policía de Calabazar está cerca de la tienda, pero ningún oficial arribó al lugar hasta las 5:30 de la mañana. Una vez que aparecieron, solo se apoyaron contra una patrulla a observar a la gente.
Cubanos hacen cola desde la madrugada en Calabazar. (Captura de pantalla: Julio Coll-Facebook)
Coll explicó que cuando una mujer vio que los policías no hacían nada para controlar la cola, llamó al 106 y posteriormente fueron enviadas cuatro patrullas, que hicieron un intento fallido por ordenar la aglomeración.
Un funcionario que identificó como el “Mayor Mario” le habló groseramente y lo empujó sin ninguna razón. “Este Mayor, que no sé por qué lo es ya que todos en Calabazar lo acusan de corrupto, nunca ha dado muestra de respeto por su pueblo”, dijo.
“¿Hasta cuándo y hasta donde el gobierno y el Estado tiene que seguir recibiendo críticas por persona como estas?”, cuestionó Coll.
Las colas en Cuba son una constante a la hora de acceder a productos básicos como aceite, arroz, pollo o jabón. Incluso si el clima está en contra, la gente prefiere esperar bajo una lluvia torrencial o con el lodo a los tobillos que perder su lugar y la comida del día.
