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De Cuba a China: jóvenes cubanos encuentran oportunidades laborales
Las historias compartidas por estos cubanos evidencian una nueva ruta de migración
Este bailarín y modelo trabaja para una empresa de entretenimiento en China. (Captura de pantalla © X_Aoshi – Instagram)
Varios creadores de contenido e influencers cubanos han comenzado a compartir en redes sociales sus experiencias al emigrar a China, donde actualmente trabajan gracias a contratos gestionados por agencias especializadas. Historias como la del bailarín y modelo conocido como @X_Aoshi reflejan una tendencia creciente entre los jóvenes que buscan alternativas fuera de Cuba.
Aoshi explicó que su llegada al país asiático fue posible gracias a NAJAT, una agencia de entretenimiento que organizó todo el proceso de traslado y contratación. Según el artista, esta empresa se dedica a captar talentos de diversas disciplinas para integrarlos en espectáculos o actividades culturales en ciudades chinas.
Su publicación generó numerosos comentarios. Un usuario relató que también viajó como bailarín exótico a través de una agencia y que, aunque el salario no fue alto, la experiencia resultó mucho más favorable que las opciones que tenía en Cuba. Otros seguidores felicitaron a Aoshi por su progreso profesional o mostraron interés en seguir un camino similar, como una cubana radicada en España que expresó su deseo de impartir clases de baile en China.
Otra experiencia que ha captado atención es la de Any Navarro, una joven de 18 años que documenta en su canal de YouTube su proceso para mudarse a Asia. En uno de sus videos más vistos, cuenta cómo descubrió la posibilidad de viajar como parte de un programa de intercambio cultural conocido como “au pair”. La iniciativa consiste en convivir con una familia anfitriona, enseñar inglés a los niños del hogar y, a cambio, recibir alojamiento, alimentación y estudios en una universidad local.
Ani detalla que, tras terminar el preuniversitario, su madre le propuso investigar sobre esta vía. A través de la plataforma oficial del programa, creó un perfil en el que incluyó datos personales, habilidades lingüísticas y preferencias sobre el país de destino. Puso a China como primera opción. A partir de ahí, comenzó a recibir propuestas de agencias chinas y reclutadores independientes que le ofrecían emparejarla con familias interesadas en recibir una au pair.
Relata que el proceso incluyó entrevistas virtuales, envío de documentos y una cuidadosa evaluación de las condiciones de cada hogar. Finalmente, encontró una familia con la que sintió afinidad y con la que vive actualmente. En su testimonio, destaca que el apoyo familiar y su deseo de conocer otras culturas fueron determinantes para tomar la decisión de emigrar sola.
El testimonio de Ani se suma al de otros jóvenes que, motivados por la posibilidad de estudiar, trabajar o desarrollarse fuera del país, han encontrado en China un destino viable. Aunque reconocen los desafíos que implica la adaptación a una cultura distinta, valoran la estabilidad, las oportunidades de aprendizaje y el intercambio cultural como aspectos positivos.
Las historias compartidas por estos cubanos evidencian una nueva ruta de migración, menos conocida, pero en crecimiento, que permite a muchos dar un giro a su vida profesional.