Denuncian ineficiencia y acaparamiento en el mercado de la calle 28 en Miramar

Denuncian la ineficiencia y acaparamiento del súper de la calle 28 en Miramar. (Collage: Fernando Ravsberg-Facebook)

La escasez de alimentos no es el único obstáculo en Cuba para conseguir comida, el acaparamiento y la mala gestión de las tiendas del Estado también impiden complican más el escenario del comercio minorista en el país.

A través de su perfil de Facebook, el periodista uruguayo Fernando Ravsberg denunció que en el mercado de la calle 28 en Miramar los clientes son obligados a pagar en cajas diferentes según el producto.

Además del inconveniente que esto representa a la hora de formarse en más de una cola, el usuario denuncia que las cajas ni siquiera estaban atendiendo correctamente.

Denuncian la ineficiencia y acaparamiento del súper de la calle 28 en Miramar. (Captura de pantalla: Fernando Ravsberg-Facebook)

La tienda cuenta con solo tres cajas, pero una estaba sin cajera y en otra la cajera estaba haciendo cuentas, por lo que al final todos los clientes debían estar en una sola cola.

Ravsberg también denunció haber visto una caja de refrescos apartada por la cajera de las cuentas, separada debajo de su escritorio y adjuntó fotografías. Afirmó además que el acaparamiento por parte de los trabajadores de las tiendas no es algo inusual, pues los empleados del mercado de Boyeros y Camagüey también apartaron productos.

“Después vi salir a los empleados del súper de Boyeros y Camagüey. Cada uno llevaba varias bolsas de productos de la tienda, parecía que se iban para el campismo”, dijo con ironía.

Así, mientras la escasez continúa sin que el Gobierno haga nada para resolverla, culpando al bloqueo estadounidense o a la pandemia de COVID-19, los trabajadores de las tiendas del Estado son los únicos que logran surtirse bien.

El acaparamiento por parte de los mismos empleados no es poco frecuente. Tal fue el caso de la cafetería en Santa Clara que sacó a la venta solo 10 de 35 botes de yogurt, pues habían apartado algunos para sus empleadas, mientras que el resto no lo aclararon.

En los comentarios de la publicación muchos cubanos mostraron su descontento por el mal funcionamiento de la tienda y la actitud de las empleadas, algunos incluso hicieron alusión al sobrepeso de una de las cajeras, algo que un cubano de a pie difícilmente padecería.