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Derrumbe de edificio en La Habana en medio de apagón masivo se complica tareas de rescate
El edificio derrumbado es una estructura histórica, y testigos afirman que en él vivió en su juventud el expresidente Fulgencio Batista
Con el paso de los años, la falta de inversión y el deterioro de las infraestructuras en Cuba han convertido a muchas edificaciones en un peligro inminente de derrumbe. (Foto © Anamely Ramos – Facebook)
La noche del sábado 15 de marzo, un edificio en La Habana colapsó en medio del apagón general que afecta a Cuba. El suceso ocurrió en la Calzada de 10 de Octubre y Santa Irene, dejando a varias personas atrapadas entre los escombros. Los bomberos acudieron al lugar para realizar las labores de rescate, pero las tareas se complicaron en medio de la oscuridad total. Testigos argumentan que la situación se asemejaba a una escena de un país en guerra.
El apagón total que afecta a todo el país, incluida la capital, dificultó la respuesta de emergencia. Sin luz, las labores de rescate se hicieron más complejas y demoradas. Según reportes en redes sociales, el edificio ya presentaba graves signos de deterioro, y la falta de mantenimiento pudo haber sido un factor clave en su colapso.
El edificio derrumbado es una estructura histórica, y testigos afirman que en él vivió en su juventud el expresidente Fulgencio Batista. Sin embargo, con el paso de los años, la falta de inversión y el deterioro de las infraestructuras en Cuba han convertido a muchas edificaciones en peligros inminentes para quienes las habitan.
Cubanos dentro y fuera de la Isla han manifestado su indignación ante la crisis energética y el abandono de infraestructuras. Usuarios denuncian la falta de medidas preventivas y la ausencia de soluciones concretas para evitar futuros desastres.
Las autoridades cubanas justificaron el apagón por la escasez de diésel necesario para operar las centrales eléctricas. Sin embargo, expertos aseguran que el problema radica en la falta de inversión en la red eléctrica, la cual necesitaría entre 8.000 y 10.000 millones de dólares para ser restaurada, una cifra inalcanzable para el Estado cubano.
Mientras el gobierno insiste en que la crisis se debe a sanciones externas, el deterioro de la infraestructura y la falta de inversión siguen agravando la situación. La incertidumbre sobre el restablecimiento total del servicio eléctrico y el riesgo de nuevos colapsos mantienen en alerta a la población.
Otros derrumbes recientes en La Habana
No es la primera vez que un desastre así ocurre. En mayo de 2023, un edificio multifamiliar en La Habana Vieja se desplomó tras años en pésimas condiciones. Afortunadamente, no hubo víctimas fatales, pero decenas de personas quedaron sin hogar. Los afectados denunciaron la falta de atención del gobierno y la indiferencia ante su situación.
Casos como el de Inés María Kindelán Alayo, una anciana con Alzheimer que vive en una casa apuntalada desde hace cuatro años en Cerro, evidencian la falta de soluciones. Su nieto ha acudido a las instituciones gubernamentales sin obtener respuestas. Situaciones similares enfrentan cuatro madres en La Habana Vieja, quienes llevan más de 20 años esperando una vivienda segura.
El derrumbe más trágico ocurrió en enero de 2020, cuando un balcón en La Habana Vieja cayó sobre tres niñas, causándoles la muerte. El edificio había sido declarado inhabitable, pero el gobierno no tomó medidas para evitar la tragedia.
Mientras los edificios colapsan, el Estado cubano invierte millones en la construcción de hoteles, ignorando la precariedad habitacional de su población. Las denuncias siguen acumulándose, pero la crisis de la vivienda en Cuba parece no tener solución.