Díaz-Canel presume ante la ONU que en Cuba “se garantiza” el derecho a la alimentación

El presidente cubano Miguel Díaz-Canel (Foto: Presidencia de Cuba)

El designado presidente de Cuba, Miguel Díaz-Canel, presumió que su gobierno garantiza a sus ciudadanos el derecho universal a la alimentación, usando a la libreta de racionamiento como ejemplo de ello.

Durante la Cumbre sobre los Sistemas Alimentarios, en el Segmento de Alto Nivel del 76 período de sesiones de la Asamblea General de las Naciones Unidas (ONU), Díaz-Canel se jactó de que el régimen provee de alimentos al total de su población.

La oficialista Radio Cadena Agramonte reportó el hecho, en el que destaca que el dirigente no mencionó la precariedad de los alimentos a los que tiene acceso la población, ni que son insuficientes.

Según el mandatario, la canasta básica familiar normada en Cuba incluye 19 artículos de primera necesidad a un precio accesible, por lo que “todos los cubanos y cubanas” la reciben.

No obstante, no considera que los módulos de alimentos y aseo que se comercializan en moneda nacional, como pollo, picadillo, aceite y detergente, son lo único que puede adquirir el pueblo, a diferencia de otros países, en los que la población no está limitada a tener solo lo básico.

Tampoco toma en cuenta que se distribuyen a razón de un módulo por libreta de racionamiento, es decir, por núcleo familiar, aunque estos pueden estar constituidos por una, tres, cinco o hasta más de ocho personas.

El líder antillano no refirió la larga espera que tienen que aguantar quienes buscan acceder a cualquiera de los alimentos de la libreta, con colas de hasta 12 horas en bodegas, panaderías y otras tiendas, debido a la escasez y la alta demanda.

Asimismo, no reconoció que antes de las protestas del pasado 11 de julio, las personas que vivían sin documentos ni estatus legal por haber emigrado dentro del país no podían recibir los alimentos normados por la libreta.

La libreta de racionamiento ha surgido no solo como un registro para proveer artículos a la población, sino como un medio para controlar y limitar su acceso a los mismos.

Mientras el régimen sigue sin resolver la escasez de alimentos en la Isla, impide a la población adquirir lo necesario basado en su libreta, sin considerar los requerimientos especiales de cada familia.

Un ejemplo de esto fue la designación de las galletas dulces como un alimento exclusivo para niños menores de 6 años. Los niños de mayor edad que podían obtener este producto, una de las pocas golosinas vendidas en pesos cubanos, de pronto se vieron privados de las galletas. Tampoco tienen derecho a recibir leche.

Aunque la excusa es el “racionamiento”, la variedad y calidad de productos que existe en las tiendas en moneda libremente convertible (MLC) confirma que sí hay más alimentos, pero que solo están disponibles para quienes poseen divisas extranjeras.