Director de aviación civil de Rusia ofrece versión sobre el accidente de Azerbaijan Airlines

La investigación del accidente aéreo de Azerbaijan Airlines se encuentra a cargo del gobierno de Kazajistán. (Captura de pantalla © CNN – YouTube)

El director de la aviación civil de Rusia, Dmitri Yadrov, ofreció una versión sobre el accidente aéreo del vuelo J2-8243 de Azerbaijan Airlines en territorio de Kazajistán, durante la Navidad.

Según sus declaraciones a través de Telegram, la aeronave con 67 personas a bordo se estrelló cerca del puerto de Aktau, luego de que su intento de aterrizaje en Grozni, capital de Chechenia, en Rusia, se viera interrumpido por un ataque de drones ucranianos en este lugar.

“En ese momento, drones militares ucranianos lanzaron ataques terroristas contra infraestructuras civiles en las ciudades de Grozni y Vladikavkaz”, afirmó Yadrov en la red social.

Por su parte, el gobierno ruso ha preferido mantener el silencio hasta que se ofrezcan conclusiones de la investigación en curso, a cargo del gobierno de Kazajistán, cuyas autoridades precisaron que no solicitarán apoyo a Rusia, ni a Azerbaiyán, para esta labor.

“Hay una investigación en curso, y hasta que no se conozcan las conclusiones, consideramos que no tenemos derecho a hacer ningún comentario”, señaló el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov.

El Embraer E190AR cubría la ruta entre Bakú, capital de Azerbaiyán, y Grozni, cuando ocurrió su caída que provocó la muerte de 38 personas, entre ellas los dos pilotos a cargo de la aeronave.

Primero, se dijo que el avión recibió el impacto de un pájaro y ello ocasionó una pérdida de control. Posteriormente, apareció la versión sobre el impacto de un misil ruso conocido como Pantsir-S, disparado desde Chechenia, como parte de las defensas antiaéreas de Rusia.

Esta segunda versión ha tomado más fuerza al revelarse daños en el fuselaje del avión, que corresponderían al impacto de un proyectil. Ante ello, los pilotos habrían intentado un aterrizaje de emergencia, cuyo final no fue el esperado.

Ninguno de los países involucrados en este caso ha confirmado públicamente la hipótesis de que la nave fuera alcanzada por tiros de misil, cuando se acercaba al aeropuerto de destino.

El registro de comunicación entre los pilotos y el control aéreo expone los desesperados esfuerzos por salvar la aeronave. A las 8:12 a.m., los pilotos informaron sobre fallos en el sistema de navegación: “Hemos perdido el GPS de ambos lados”. Cuatro minutos después, un nuevo informe mencionó un posible “impacto de ave en la cabina”. La respuesta desde tierra fue inmediata: “AXY8243, recibido. ¿Qué tipo de asistencia necesitas?”.

Al principio, el capitán notificó su intención de regresar a Bakú, pero a las 8:16 a.m. cambió de rumbo hacia Mineralnye Vody, en el sur de Rusia. La situación, sin embargo, se deterioró rápidamente. El control terrestre ordenó realizar una órbita hacia la izquierda, pero desde la cabina respondieron: “No puedo hacerlo, hemos perdido el control”.

La presión en la cabina aumentaba mientras los sistemas continuaban fallando. A las 8:19 a.m., el piloto informó: “No puedo mantener 150, hay una presión alta en cabina”. Un minuto más tarde, advirtió: “360 a la izquierda, el avión pierde estabilidad”. A las 8:21 a.m., decidieron dirigirse al aeropuerto de Makhachkala, ubicado en la costa del mar Caspio. El fallo del sistema hidráulico a las 8:22 a.m. selló el destino de la aeronave.

A pesar de la gravedad de la situación, el piloto se negó a declarar emergencia, asegurando que “la aeronave estaba operativa”. Desde tierra, el control intentaba obtener más detalles: “Es difícil escucharte… indícame tu altitud”. La aeronave desapareció del radar durante 37 minutos antes de reaparecer cerca de Aktau, Kazajistán, donde intentaron sin éxito el aterrizaje de emergencia.