EEUU se une a Rusia para votar en contra de la condena a la guerra en Ucrania y Cuba se abstiene

Rusia busca negociar con EEUU el fin de la guerra en Ucrania, pero se quedaría con gran parte del territorio. (Captura de pantalla © ONU – YouTube)

Un hecho pocas veces visto ocurrió el pasado lunes en el seno de las Naciones Unidas, cuando Estados Unidos se alineó con Rusia para votar en contra de la una resolución de condena a la guerra desatada por el ejército ruso en Ucrania.

Junto a EEUU y Rusia estuvieron naciones como Bielorrusia, Hungría, Corea del Norte e Israel. Sin embargo, la votación fue más sorprendente cuando tradicionales aliados rusos como Cuba, China e Irán se abstuvieron.

Analistas indican que el voto de los diplomáticos del régimen castrista tuvo ese sentido para “quedar bien” con la Unión Europea, que promovió la resolución en contra de Rusia. No obstante, la resolución de condena pasó con 93 votos a favor, aunque como suele ocurrir en la ONU, su ejecutoria no es vinculante y la guerra en Ucrania seguirá.

Por órdenes de la administración de Donald Trump, los diplomáticos de EEUU en la ONU han respaldado resoluciones que evitan etiquetar a Rusia como agresor, al omitir referencias a la integridad territorial de Ucrania. Esta postura marca una ruptura con políticas anteriores y genera tensiones entre aliados tradicionales de Occidente.

La votación, celebrada en el tercer aniversario de la invasión rusa a Ucrania, ordena por Vladímir Putin, revela cómo las potencias mundiales se dividen ante la crisis ucraniana. La ausencia de condena explícita a Rusia en el documento favorece un discurso ambiguo y desarticulado sobre la seguridad global. Sin embargo, está en consonancia con la visión de Trump de no involucrar a EEUU en ningún conflicto bélico mundial y su intención de no buscar un cambio de regímenes políticos.

Mapa del control ruso sobre Ucrania. (Imagen incrustada con HTML © El Correo)

Al mismo tiempo, enviados especiales de Trump intensifican las conversaciones con Moscú para negociar una paz potencial, relegando de la mesa a Kiev. Esta estrategia provoca críticas en Europa y en foros internacionales, evidenciando un giro que pone en tela de juicio alianzas históricas.

Representantes europeos denunciaron la falta de firmeza en la condena a la agresión, alertando que el silencio fomenta impunidad. Voces diplomáticas resaltaron la importancia de un mensaje claro para garantizar el respeto del derecho internacional y la seguridad de los estados afectados.

El portavoz de EEUU describió la resolución como un paso hacia la paz, aunque sus declaraciones generaron recelos. La estrategia de omitir la agresión rusa se enfrenta a duras críticas de aliados que reclaman justicia para Ucrania y respeto a las fronteras internacionalmente reconocidas.