Congresista Carlos Giménez visita la base de Guantánamo: “La única parte libre de Cuba”

Carlos Giménez es el único legislador cubanoamericano en Estados Unidos nacido en la Isla. (Captura de pantalla © Fox News – Web)

El congresista cubanoamericano Carlos A. Giménez visitó por primera vez Cuba tras 64 años de su salida, como parte de una delegación del poder legislativo de Estados Unidos que arribó a la Base Naval de Guantánamo.

Durante su visita, el representante del estado de Florida aseguró que se encontraba en “la única parte libre de Cuba” y reafirmó su compromiso con la lucha por el fin del régimen castrista. El nacido en la Isla formó parte de una delegación encabezada por Mike Rogers, presidente del Comité de Servicios Armados. El objetivo principal del viaje fue inspeccionar las instalaciones destinadas a migrantes irregulares y reunirse con oficiales encargados de la seguridad de la instalación militar.

“Por primera vez en 64 años, pude regresar al país donde nací. Me siento profundamente honrado de representar a nuestra comunidad en el Congreso y haber estado en la única parte liberada de Cuba: la bahía de Guantánamo”, declaró el legislador en una entrevista con Fox News Digital.

Durante el recorrido, Giménez constató el avance en la implementación de nuevas políticas migratorias en la base, impulsadas por la administración del presidente Donald Trump, que buscan la movilización de presuntos criminales violentos a este lugar.

“Como miembro del Comité de Servicios Armados, pude constatar el rápido progreso logrado para convertir Guantánamo en un punto clave para la repatriación de criminales”, afirmó.

El congresista abandonó Cuba en 1960, cuando tenía seis años. Su regreso a suelo cubano, aunque limitado a la base naval, reavivó su anhelo de ver el país libre de la dictadura instaurada tras la revolución de 1959. “Siempre he querido ver a Cuba libre, pero ahora me prometí que no regresaré hasta que toda la Isla lo sea”, sostuvo.

Durante el vuelo hacia Guantánamo, recordó su infancia y se sintió conmovido al ver la Isla desde el aire. “Me di cuenta de que era la primera vez en casi 65 años que volvía a verla. Es un lugar hermoso y que haya sido arruinado por dictadores y opresores, inicialmente me causó emoción, pero luego se convirtió en ira”, expresó.

Giménez destacó su vínculo con el oriente del país, en particular con Manzanillo, su ciudad natal, ubicada a pocas millas de la instalación militar. La delegación también se reunió con cerca de 40 trabajadores cubanos que han permanecido en la base desde 1966 sin regresar a Caimanera. Muchos de ellos, ya ancianos, reciben atención especial y continúan desempeñando labores dentro del enclave estadounidense.

El legislador reiteró su compromiso de trabajar junto al presidente Trump, el senador Marco Rubio, la comunidad del exilio cubano y activistas dentro de la Isla para acelerar el fin del régimen castrista. “Este es el momento. Tenemos todas las piezas en su lugar para avanzar rápidamente hacia una Cuba democrática. Es cuestión de voluntad, y yo ciertamente tengo esa voluntad”, enfatizó.

Como parte del plan para lograr la deportación masiva jamás vista en la historia de EEUU, el presidente Trump ordenó que la referida base sirva de centro de detención de migrantes con antecedentes penales. Hasta ahora, han sido trasladados venezolanos a este lugar por encontrarse relacionados con la pandilla criminal el Tren de Aragua, aunque también han estado detenidos indocumentados que no tienen relación con casos delictivos.