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Etecsa y la justificación de la nueva estrategia de cobrar en dólares dentro de Cuba
“Con el cambio obsoleto de 1 USD por 24 pesos, las cuentas no cuadran”
“Estamos empatando cables y lidiando con falta de equipos esenciales”, explicó un trabajador. (Foto © Periódico Cubano)
La Empresa de Telecomunicaciones de Cuba (Etecsa) trabajada aceleradamente para implementar el anunciado cobro en dólares por algunos servicios dentro de la Isla. Tal y como expusiera el primer ministro Manuel Marrero Cruz, la brecha gigante entre la tasa oficial de cambio y la del mercado informal de divisas trae como consecuencia que los ingresos en dólares que recaudaba la compañía por concepto de recargas internacionales haya disminuido al mínimo.
Ahora, la estrategia es recaudar dólares directamente en el mercado interno, poniendo limitaciones a la comercialización de paquetes y planes de voz y datos en pesos cubanos (CUP). Sobre el tema, el portal independiente 14ymedio conversó con un trabajador de Etecsa en La Habana, quien abordó las justificaciones de la medida.
“Desde este año, se evaluará limitar el número de recargas permitidas en pesos cubanos”, declaró un administrativo de la sede principal de Etecsa. “Los clientes que excedan ese límite deberán adquirir sus fondos en dólares, ya sea mediante tarjetas Clásica o recargas en el extranjero”.
Por ejemplo, actualmente, las finanzas de la compañía enfrentan una paradoja: tiene amplia abundancia en pesos cubanos que no son aceptados para adquirir antenas, cables ni combustible en el mercado internacional. En cambio, no tiene los dólares que solía tener en años pasados, sobre todo ante del 2021, cuando el propio gobierno puso en vigor el fracasado Ordenamiento Monetario.
Según fuentes internas, Etecsa fue multada por no emplear la totalidad de su presupuesto en pesos asignado en 2024. La empresa redistribuyó ese excedente como bonificaciones salariales, pero esta medida generó insatisfacción entre los empleados.
Los empleados están descontentos con las condiciones laborales. “Recibimos un bono de utilidades, pero gran parte se va en impuestos”, explicó Tatiana, administrativa de Etecsa. Mientras tanto, las oficinas carecen de recursos esenciales como ventiladores o aire acondicionado.
La falta de opciones para invertir los fondos nacionales y la creciente necesidad de divisas llevaron a la decisión de limitar las recargas en moneda nacional.
Actualmente, las recargas desde el extranjero generan ingresos importantes, pero Etecsa enfrenta problemas al convertir esos montos en mejoras para sus servicios. “Con el cambio obsoleto de 1 USD por 24 pesos, las cuentas no cuadran”, afirmó Jorge, otro empleado en conversación con el citado medio. La distorsión permite que los usuarios locales adquieran múltiples paquetes de navegación a bajo costo, lo que reduce las ganancias en divisas.
Etecsa también ha identificado un problema con las recargas realizadas por emigrados, cuyos beneficios en pesos son revendidos en el mercado local. Esto perpetúa una economía circular que no favorece las inversiones necesarias para mejorar la red.
La empresa reconoce que “cerca del 90% de las divisas que recauda se destinan a partidas no definidas”. Como resultado, la infraestructura sigue en crisis. Los cortes eléctricos afectan las torres de telecomunicaciones y escasean los recursos para reparaciones. “Estamos empatando cables y lidiando con falta de equipos esenciales”, explicó un trabajador.
En 2025, el Gobierno aplicará un impuesto especial a los servicios de telecomunicaciones, lo que podría aumentar los costos para los usuarios. Este gravamen busca incrementar los ingresos fiscales y compensar las deficiencias de liquidez.
La relación de Etecsa con sus socios extranjeros también está en peligro. En 2022, la empresa no pudo cumplir con compromisos financieros con Nokia, afectando futuras colaboraciones.
La transición a pagos en dólares podría marcar un cambio significativo en el modelo de negocio de Etecsa. Sin embargo, los retos logísticos y la respuesta de los usuarios determinarán el éxito de esta estrategia. Mientras tanto, las medidas generan incertidumbre entre los cubanos dentro y fuera del país.