Exagente de la inteligencia cubana detenido en Broward era investigado desde la administración de Biden

El exagente de la inteligencia cubana fue arrestado por agentes del HSI, FBI y del ICE. (Foto © HSI – X)

Según el Servicio de Ciudadanía e Inmigración de Estados Unidos (USCIS, por sus siglas en inglés), el exagente de la inteligencia cubana detenido en Broward era investigado desde la administración del expresidente Joe Biden.

“Un ex oficial de inteligencia cubano fue arrestado en el sur de Florida tras mentir para obtener una tarjeta verde. El USCIS, junto con HSI, DOS, FBI, trabajó en el caso durante un año, cumpliendo la promesa de hacer que EEUU vuelva a ser seguro”, dice el breve comunicado publicado en redes sociales por parte de la referida agencia.

Este hombre, de 71 años, cuya identidad aún no ha sido revelada por las autoridades, fue arrestado el martes en West Park, tras supuestamente mentir para obtener la residencia permanente en EEUU, confirmó la Dirección de Investigaciones de Seguridad Nacional (HSI) en Miami.

Hasta el momento, se ha descartado que el detenido sea Luis Raúl González Pardo, expiloto presuntamente vinculado al derribo de las avionetas de Hermanos al Rescate en 1996. Asimismo, se negó que se trate de Manuel Menéndez, excolaborador cercano del fallecido dictador Fidel Castro y antiguo secretario del Partido Comunista en Cienfuegos.

Algunas fuentes especularon sobre un vínculo con el caso de Víctor Manuel Rocha, exdiplomático estadounidense de origen colombiano, sentenciado a 15 años de prisión por presuntamente espiar para el régimen castrista. Sin embargo, la Dirección de Investigaciones de Seguridad Nacional no ha confirmado alguna relación.

La noticia ha generado inquietud en la comunidad cubana exiliada. Organizaciones y activistas denuncian la presencia de presuntos represores en territorio estadounidense, muchos de los cuales habrían aprovechado los beneficios migratorios para establecerse en el sur de Florida.

De confirmarse los cargos, el exagente enfrentará fuertes sanciones, que incluyen posibles penas de prisión, multas y la revocación de su residencia. La deportación permanente y la prohibición de reingreso al territorio estadounidense también están sobre la mesa, según las leyes de inmigración vigentes.

El congresista republicano Carlos Giménez aplaudió la acción y señaló que el sur de Florida se ha convertido en un imán para antiguos funcionarios castristas. Exigió que las fuerzas de seguridad intensifiquen sus esfuerzos para detectar y procesar a quienes burlen la normativa migratoria.

Por su parte, el proyecto Represores Cubanos de la Fundación para los Derechos Humanos en Cuba (FDHC) informó que al menos 135 individuos vinculados al Partido Comunista, la Fiscalía y el Ministerio del Interior de la Isla habrían mentido en su proceso de ingreso a EEUU. La organización se dedica a documentar y denunciar a antiguos funcionarios implicados en actos represivos.

Esta práctica desata preocupación en la comunidad exiliada, que solicita mayor rigor en las investigaciones para evitar que represores pasen desapercibidos. Diversos grupos de derechos humanos subrayan la necesidad de identificar a quienes cometieron atropellos en Cuba, evitando que gocen de protección en suelo estadounidense.