Exitosa cirugía en hospital de Villa Clara salva la vida de un bebé recién nacido

La operación del bebé Carlos Manuel fue manejada por un equipo compuesto por pediatras, neonatólogos, anestesistas y enfermeros. (Foto © Oscar Salabarría – Facebook)

El bebé Carlos Manuel Fajardo Hernández fue sometido una operación de urgencia a solo 31 horas de haber nacido en la provincia de Cienfuegos. La cirugía se programó lo antes posible al detectarse que presentaba una atresia esofágica, una malformación congénita que impide la conexión normal entre el esófago y el estómago, situación que ponía en peligro su vida.

Según el periodista cubano Oscar Salabarría, el bebé fue trasladado a la Unidad de Cuidados Intensivos Neonatales del Hospital Pediátrico José Luis Miranda, ubicado en Villa Clara.

Un equipo médico multidisciplinario enfrentó una compleja intervención quirúrgica, que consistió en eliminar una conexión anómala con el sistema respiratorio y reconstruir el esófago para que el niño pudiera alimentarse por vía oral.

“Nos enfrentamos a una cirugía grande, invasiva, con mucha remoción de tejido. La fístula no desembocaba donde lo hacen habitualmente y hubo que aplicar maniobras especiales, pero logramos restablecer su esófago”, explicó el doctor Abel Armenteros García, jefe del servicio de Cirugía Pediátrica en la institución.

El caso fue manejado por un equipo compuesto por pediatras, neonatólogos, anestesistas y enfermeros. “Es una cirugía estresante, que requiere tomar decisiones en el momento. Pero uno se enamora de esta especialidad”, comentó Armenteros sobre los retos de su labor.

Gracias a la operación, Carlos Manuel ya puede alimentarse normalmente y se espera que tenga un desarrollo como el de cualquier niño. “Va a comer, a correr, a jugar pelota. Eso nos llena de satisfacción”, aseguró el médico.

La doctora Isnaida Izquierdo Milián, especialista en Neonatología, destacó la evolución positiva del bebé. “Carlitos tiene 16 días de vida y 15 de operado, está evolucionando bien y pronto será trasladado de vuelta a Cienfuegos”, indicó.

La familia del bebé expresó su gratitud al personal médico. “Ha sido un trato magnífico. Lo atendieron como si fuera su propio hijo”, dijo el padre, Carlos, al borde de las lágrimas. “Lo que sentimos ahora es un amor que no se puede explicar”, añadió.

Mientras Cuba atraviesa una profunda crisis sanitaria, historias como la de Carlos Manuel reflejan la resiliencia del personal médico, que continúa ofreciendo atención especializada frente a un aparato estatal colapsado y carente de recursos básicos.

Contrastada situación con el pequeño Damir Ortiz

Noticias como esta provocan un contraste con lamentables casos en los que niños cubanos terminan perdiendo la vida a causa del sistema de salud pública de la Isla. Recientemente, se informó la muerte del pequeño Damir Ortiz cuando recibía atención en un hospital de Estados Unidos, luego del maltrato enfrentado en su propio país.

El menor ingresó a territorio norteamericano con una visa humanitaria, tras un lío burocrático y propagandístico que le impedía salir de la Isla, mientras padecía neurofibromatosis tipo 1. Sin embargo, en Cuba fue diagnosticado erróneamente con leucemia, lo que lo llevó a recibir un tratamiento inapropiado.

A la equivocación médica se sumaron infecciones bacterianas en los pulmones, como Klebsiella y Enterococcus, que no fueron detectadas ni tratadas durante su estancia en la Isla.

Eliannis, madre del niño, denunció con contundencia la negligencia del personal médico cubano. Aseguró que le advirtieron que su hijo moriría en breve, pero nunca le realizaron las pruebas necesarias para confirmar el supuesto diagnóstico.