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Experto del régimen asegura que los panales solares en Cuba están a prueba de huracanes
La versión oficial señala que la frecuencia histórica de huracanes intensos en Cuba es baja
Según Stolik, las estructuras cuentan con un diseño robusto. (Captura de pantalla © Canal Caribe – YouTube)
La crisis energética en Cuba es un problema de amplio dominio popular. La última estrategia del régimen castrista es construir parques de paneles solares, financiados por China, para aprovechar el intenso sol del Caribe y generar electricidad. Sin embargo, hay una preocupación creciente y es qué va a hacer el gobierno cuando durante la próxima temporada de huracanes se acerque un ciclón tropical con sus efectos devastadores sobre esas estructuras.
Ante el cuestionamiento, el experto Daniel Stolik, profesor de física y fiel al régimen castrista, aseguró que los paneles solares que se instalan en Cuba están a prueba de huracanes, incluso soportan vientos de hasta 228 km/h (equivalentes a un huracán de categoría 4)
Según Stolik, las estructuras cuentan con un diseño robusto. Entre las medidas técnicas que fortalecen los parques se mencionan la inclinación baja de los paneles (15°), su montaje en filas para frenar el viento, y la protección natural que ofrece la topografía del país.
Por otra parte, acuden a las probabilidades cuando afirman que los parques fotovoltaicos están estratégicamente distribuidos (por la geografía cubana) para minimizar daños simultáneos.
En ese sentido, el especialista vinculado al régimen señala que la frecuencia histórica de huracanes intensos en Cuba es baja: cuatro ciclones mayores en los últimos 227 años, lo que reduciría el riesgo real para la infraestructura. Además, en una temporada ciclónica todas las regiones del país no se afectan por igual.
No obstante, Stolik y su evaluación oficial omite el impacto indirecto de los huracanes, como inundaciones, caída de árboles y daños en la red de transmisión eléctrica, factores que afectan la operatividad real del sistema solar. Además, la referencia histórica no toma en cuenta el aumento en la frecuencia e intensidad de huracanes debido al cambio climático, lo que podría hacer obsoleta la supuesta baja amenaza basada en datos antiguos.
Una de las fallas más fuertes se centra en el “efecto vela”, un fenómeno donde el viento actúa sobre los paneles como una vela que puede arrancar estructuras enteras. El informe oficial aborda este riesgo de manera superficial y sin una explicación técnica clara. No se detalla cómo se previene ni qué tipo de anclajes o refuerzos estructurales se emplean, lo que genera incertidumbre sobre la estabilidad real de los parques ante ráfagas intensas.
El análisis también señala la ausencia de información sobre la ingeniería estructural aplicada, la calidad y resistencia de los materiales usados, y la falta de protocolos de inspección y mantenimiento preventivo. Estos aspectos son fundamentales para garantizar la longevidad y seguridad de las instalaciones, especialmente en un contexto donde las tormentas tropicales son cada vez más agresivas y frecuentes.
Por otra parte, se resalta que la fatiga estructural acumulada por eventos climáticos previos y la corrosión pueden deteriorar las fijaciones, aumentando la vulnerabilidad ante un huracán. Sin una adecuada supervisión y mantenimiento, las defensas iniciales podrían perder eficacia y poner en riesgo no solo la infraestructura, sino también la seguridad de trabajadores y comunidades cercanas.