Fallece a los 87 años Ruth Bader Ginsburg jueza del Tribunal Supremo de EEUU

La jueza del Tribunal Supremo de Estados Unidos Ruth Bader Ginsburg, icono feminista y pionera en la lucha por la igualdad, falleció el pasado viernes en su casa de Washington, tras perder una batalla de años contra un cáncer pancreático, informó El País.

Así lo confirmó la más alta instancia judicial de la nación norteamericana, a la que Ginsburg perteneció durante casi tres décadas.

Nombrada por Bill Clinton en 1993, Ruth se convirtió en una auténtica figura de culto entre miembros de la izquierda estadounidense. Sobre todo, por sus avances en temas divisorios como el derecho aborto, el matrimonio igualitario y los derechos de migrantes. Muchos de sus fans se referían a ella como “Notorious R.B.G”, en referencia al rapero Notorious BIG. Su deceso reunió a centenares de personas frente al tribunal Supremo en la capital del país, quienes prendieron velas y entonaron la letra de “Amazing grace’”.

“Nuestra nación ha perdido a una jurista de talla histórica”, escribió el titular del Tribunal Supremo, John Roberts. “Perdemos a una querida colega. Hoy lloramos, pero con la confianza de qué futuras generaciones recordarán a Ruth Bader Ginsburg como la conocimos, una incansable y resuelta defensora de la justicia”.

Por su parte, Donald Trump dijo a un grupo de periodistas no estar al tanto de la muerte de la jueza, poco antes de embarcar en el Air Force One, de vuelta a Washington

“Vivió una vida increíble. ¿Qué más puedes decir? Fue una mujer increíble, estuvieras de acuerdo con ella o no, fue una mujer increíble que vivió una vida increíble”, declaró el republicano.

Una vacante en disputa

Con la muerte de Ginsburg el ala progresista pierde a su líder y se deja abierta una vacante en el Supremo, que ofrece a Donald Trump —a menos de dos meses de las elecciones— la oportunidad de aumentar, aún más, la mayoría conservadora que impera en el tribunal. Una mayoría que el mandatario se ha dedicado a reforzar a lo largo de su mandato con los nombramientos de Neil Gorsuch y Brett Kavanaugh. Vale recordar que el cabeza de la Casa Blanca tiene la potestad de apuntar jueces del Tribunal Supremo. Estos deben ser aprobados por el Senado y podrán ocupar el cargo de manera vitalicia.

De acuerdo con El País, la sustitución de Ginsburg por un juez conservador vendría a consolidar la significativa ventaja de seis contra tres que ostenta esta ala política con sobre los progresistas. Todo ello, en medio de un escenario social donde se están discutiendo importantes decisiones relacionadas —entre otros asuntos— con el aborto, la sanidad y los derechos de los inmigrantes.

No es de extrañar entonces que, días antes de su muerte, Ginsburg dictó una declaración a su nieta Clara Spera. “Mi deseo más ferviente es no ser sustituida hasta que un nuevo presidente asuma el poder”, sentenció.