ESTADOS UNIDOS
Francisco Peraza: el pediatra cubano que construyó un imperio en Las Vegas
El doctor es dueño de una gran clínica y siete propiedades inmobiliarias que las utiliza para renta
Peraza pudo emigrar a EEUU en la década de 1990 gracias a la Lotería de Visas. (Captura de pantalla © Juan Carlos Carrera – YouTube)
El doctor Francisco Peraza, pediatra cubano residente en Las Vegas, se ha convertido en un símbolo del sueño americano. Tras emigrar en 1995 con su esposa, Marisol, y su hijo pequeño, llegó a los Estados Unidos sin hablar inglés y con recursos limitados. Hoy es dueño del Sahara Medical Institute, una clínica reconocida, y de un portafolio inmobiliario con siete propiedades de renta.
Nacido en La Habana a finales de los años 60, Peraza se crio en una familia trabajadora. Su padre era ingeniero hidráulico y su madre, administradora de empresas estatales. La familia sufrió la confiscación de sus bienes durante la Revolución Cubana, pero valoraba profundamente la educación. Francisco se graduó como médico en 1991 y se especializó en pediatría en 1994.
En 1995, inspirado por el deseo de buscar libertad y un futuro mejor, él y su esposa participaron en el sorteo de Visas de Diversidad, conocido como el “bombo”. La aprobación marcó el inicio de su nueva vida en los EEUU, un proceso lleno de emociones y sacrificios.
La familia llegó a Las Vegas, donde el suegro de Peraza les ofreció un lugar para empezar. Sin dominar el idioma, el pediatra cubano trabajó limpiando pisos en un casino mientras estudiaba inglés. Un encuentro fortuito con un argentino lo ayudó a conseguir un empleo como asistente médico, dando inicio a su retorno al ámbito de la salud.
Revalidar su título de médico en Estados Unidos fue un desafío que tomó ocho años. Durante este tiempo, Peraza combinó estudios y trabajo para mantener a su familia. Finalmente, en 2007, fundó el Sahara Medical Institute, que ofrece servicios pediátricos y tratamientos estéticos. La clínica creció rápidamente, y hoy es una institución destacada en Las Vegas, afiliada a hospitales como el Sunrise y el MountainView.
Además de la medicina, Peraza incursionó en bienes raíces, adquiriendo su primera propiedad solo siete meses después de llegar a Estados Unidos. Inspirado por el consejo de su suegro de priorizar la compra de una casa antes que un coche, construyó un portafolio de siete propiedades de renta. Estas generan ingresos pasivos que han fortalecido su estabilidad financiera.
Junto a su esposa, también incursionó en el sector gastronómico con el restaurante español Pamplona, ubicado en un edificio que compraron en subasta. Aunque eventualmente vendieron el negocio, retuvieron la propiedad, consolidando su éxito empresarial.
Peraza atribuye su éxito a una mentalidad orientada al crecimiento, el aprendizaje continuo y una gran resiliencia. Durante más de una década trabajó extensas jornadas para establecer su práctica médica y sus inversiones. Según él, los bienes raíces son esenciales para generar riqueza a largo plazo, proporcionando apalancamiento mediante equity y rentas.
Actualmente, su hija administra su clínica y su hijo está en proceso de convertirse en otorrinolaringólogo, con planes de especializarse en cirugía reconstructiva. Su historia inspira a otros latinos en EEUU a enfrentar los desafíos y construir un futuro próspero.
La vida del doctor Francisco Peraza es un testimonio del poder del sacrificio y la perseverancia. Desde limpiar pisos hasta dirigir una clínica y poseer múltiples propiedades, su historia refleja el impacto positivo que los inmigrantes pueden tener en sus comunidades.