Gobierno celebra la cría de 1.500 langostas con ayuda vietnamita

Según la nota oficial, “los resultados preliminares son prometedores”. (Captura de pantalla © Mar y Tierra – YouTube)

El gobierno cubano celebra la cría de 1.500 langostas que con ayuda vietnamita están creciendo en jaula cercanas a la costa del municipio de Quemado de Güines, en la provincia de Villa Clara.

Resulta paradójico que la nación caribeña, rodeada de mar, deba recurrir a la cría de este crustáceo en lugar de salir al mar a incrementar las capturas. Pero aún, que tenga que pedir asesoría de Vietnam cuando Cuba tenía una gran cultura marítima y de pesca.

La celebración gubernamental es mayúscula, pues según el reporte de la emisora oficialista CMHW, el proyecto cuenta –hasta el momento– con una tasa de supervivencia del 100%.

Según la nota, “los resultados preliminares son prometedores”. Las langostas crecen a un promedio de 120 gramos por mes. Sin embargo, la pregunta sigue siendo si esta iniciativa será suficiente para transformar la grave situación económica del país, ya que los crustáceos pretenden ser vendidos en divisas y no estarían disponibles para la alimentación del pueblo.

Phát Minh, experto vietnamita en acuicultura, expresó su optimismo sobre los resultados obtenidos, pero su visión parece ser la de un espectador externo que no comprende la verdadera magnitud de los desafíos que enfrenta la Isla.
Los problemas estructurales de Cuba persisten: la falta de recursos, la ineficiencia del sector estatal y la incapacidad para promover un desarrollo real y autónomo siguen siendo obstáculos insuperables.

La ayuda extranjera, aunque valiosa, no puede reemplazar un cambio estructural real en la economía cubana. El modelo de dependencia y de soluciones foráneas sigue prevaleciendo, mientras el régimen castrista sigue sin implementar reformas que permitan una verdadera autosuficiencia económica y una mejora en la calidad de vida de los cubanos.

El cultivo comercial de langostas en jaulas puede representar una oportunidad, pero también es un recordatorio de la incapacidad del régimen para desarrollar sectores productivos que dependan menos de la cooperación internacional. La seguridad alimentaria y la diversificación de la economía no se resolverán con proyectos limitados y aislados, sino con una reforma integral que permita a Cuba generar sus propios recursos, no solo en lo agrícola, sino en todos los sectores productivos.

En lugar de continuar celebrando estos proyectos limitados, el gobierno cubano debería centrarse en adoptar medidas que realmente fortalezcan la economía interna y aseguren un futuro más sostenible para el país y sus pescadores.

Cuba da tierras a Vietnam para la producción de arroz

Recientemente, el gobierno cubano firmó un acuerdo inédito con Vietnam, cediendo tierras en Pinar del Río para la producción de arroz, en un proyecto que subraya las fallas estructurales del modelo comunista.

La iniciativa, que comenzará con la siembra de 1.000 hectáreas en 2025 y planea expandirse a 5,000 hectáreas, marca la primera vez que una empresa extranjera obtiene tierras para su explotación en Cuba, después de la llegada de los comunistas en 1959.

Los vietnamitas, que aportarán insumos, fertilizantes y tecnología, podrían lograr rendimientos de hasta ocho toneladas por hectárea, superando las 1.7 toneladas obtenidas actualmente por los agricultores cubanos.

Por otra parte, en un gesto de cooperación, Vietnam donó 10.000 toneladas de arroz a Cuba, una cantidad que, aunque significativa, solo cubre una pequeña fracción de la demanda mensual del país. A pesar de este apoyo, los cubanos siguen enfrentando una crisis alimentaria agravada por la escasez y los altos precios de los productos básicos.