ESTADOS UNIDOS
Hablan los padres del joven médico abatido por policías en Kentucky
La familia ha cuestionado la acción de los agentes al atender el llamado de emergencia
El médico cubano Nápoles Ravelo fue abatido a tiros por la Policía Metropolitana de Louisville (LMPD, por sus siglas en inglés) el pasado 25 de julio, cuando sufría un episodio de salud mental y había pedido ayuda. Tras este lamentable hecho, su familia emitió declaraciones a un medio local en las que cuestionó la acción de los agentes ante esta situación.
Esa noche, alrededor de las 9:30 p.m., los oficiales de la LMPD respondieron a una llamada en la cuadra 6600 de Eagle Wood Drive, en el suroeste de Louisville, donde residía el galeno con su familia.
“Él parecía nervioso y comenzó a limpiar todo. Durante todo el día, él estuvo concentrado en entrar y salir del garaje, de la casa y del auto, mostrando mucha ansiedad”, dijo su padre, Joel Nápoles Gómez, al relatar los últimos momentos de vida de su hijo ante el canal WDRB.
El joven intentó llamar al 911, pero su familia trató de calmarlo ofreciéndole leche y un baño. “No queríamos que llegara la policía porque las cosas se podrían sacar de contexto”, afirmó su padre. Sin embargo, la policía llegó y, según el testimonio de la familia, la situación se complicó.
Al arribar el primer agente, y minutos después, un segundo oficial, la madre y la hermana del joven, salieron para pedirles ayuda, mientras el padre se quedó dentro de la casa con su hijo, quien en ese momento había cogido un cuchillo. “Le grité: ‘Yoel, ¿qué estás haciendo? Tienes que devolverlo’. Así que devolvió el cuchillo”, relató el progenitor.
Según el informe policial, los agentes ordenaron repetidamente que Nápoles Ravelo soltara el cuchillo, a lo cual él se negó. La familia reveló que él no estaba bajo medicación, pero se encontraba en fisioterapia tras un accidente automovilístico en Miami y había pedido ir al hospital.
“Nunca lo ayudaron. Solo le dispararon”, declaró su madre, Norgeris Ravelo Alarcón. Su padre añadió: “Sabían que lo que habían hecho estaba mal. Solo tenían que neutralizarlo y no dispararle”.
El jefe interino del LMPD, Paul Humphrey, informó que los oficiales usaron pistolas Taser y balas de goma antes de abrir fuego contra Nápoles Ravelo, quien según ellos se aproximaba con un cuchillo. Los tres agentes involucrados fueron identificados como Matthew Forbes, Garret Schmeltz y Kendrick Eaves, de la 3ª División.
El caso está siendo investigado por la Unidad de Integridad Pública del LMPD, y se espera que las grabaciones de las cámaras corporales de los oficiales sean publicadas en los próximos días, conforme al procedimiento habitual cuando un agente está involucrado en un tiroteo.
Nápoles Ravelo se graduó de Medicina en la Universidad de Ciencias Médicas de Santiago de Cuba en 2016 y emigró a Estados Unidos, donde se convirtió en ciudadano hace cinco años. Era una persona trabajadora, sin antecedentes penales, según su padre. Su obituario lo describe como “un hijo, hermano y amigo amoroso y devoto, amante de los animales y con una sonrisa que iluminaba la habitación”.