Recuerdan a los jóvenes fusilados por el secuestro de la “Lanchita de Regla”

Hace más de 15 años, el régimen autoritario de Fidel Castro, fusiló a tres jóvenes que robaron la lancha “Baraguá”, conocida popularmente como la “Lanchita de Regla”, para intentar escapar de la dictadura. 

Se trata de Lorenzo Enrique Copello, Bárbaro Leodán Sevilla García y Jorge Luis Martínez Isaac, quienes fueron condenados a muerte y fusilados el 11 de abril de 2003, después de 9 días de arresto, sin haber recibido un juicio justo o visitas de sus familiares. 

Estuvieron acompañados por Maikel Delgado Aramburo, Harold Alcalá Aramburo, Yoanny Thomas González y Ramón Henry Grillo, que fueron condenados a cadena perpetua.

También participaron en el escape, Wilmer Ledea Pérez, que recibió 30 años de prisión, Ana Rosa Ledea Ríos a quien se le impusieron cinco años, Yolanda Pozo Rizo otros tres años y Dania Rojas Góngora, con una sentencia de dos.

El grupo del que formaban parte planeaba escapar a los Estados Unidos, pero la embarcación se quedó sin combustible, y fueron capturados por las autoridades cubanas.

En el programa Hoy en Cuba de Radio Martí, Ramona Copello, madre de uno de los tres jóvenes fusilados, comentó que primero le dijeron que no se preocupará por su hijo porque la sentencia no estaba confirmada, pero un día después le avisaron que él ya estaba enterrado en el cementerio.

Yanisleidis Copello Rodríguez, hija de Lorenzo Enrique confesó que la muerte de su padre es una herida que todavía permanece abierta y recordó que su madre se enfermó de los nervios al enterarse de la noticia.

Un año duró la costumbre del régimen por otorgar la pena de muerte a decenas de ciudadanos, siendo su método favorito el fusilamiento de los condenados. Por meses sembraron el temor entre los cubanos, quienes nombraron a esta época de sus vidas como, la Primavera Negra. 

Fidel Castro solo se limitó a decir en televisión que fue una medida “dura, pero imprescindible”.