Hotel Neptuno-Tritón, las ruinas de una inversión fantasma

El Neptuno-Tritón, forma parte del Grupo Hotelero Gran Caribe y se ubica muy cerca del mar, en Miramar. (Foto: Gran Caribe Hotels – Captura pantalla Facebook)

El hotel Neptuno-Tritón dista mucho en la actualidad de lo que en su momento fue. El deplorable estado constructivo en el que se encuentra le ha ganado malos comentarios de los turistas, que a su salida han dejado sus impresiones en la página web del sitio de reseñas de viajes Tripadvisor.

Esta instalación cuenta con 573 comentarios, de los cuales solo 8 la califican como excelente. Es una mezcla de pésimas atenciones y mal cuidado de la infraestructura.

Una lectora registrada como Lia escribió en 2019 “una reforma urgente, tendrían que hacer una gran reforma, le urge mucho. Hay paredes de la planta cinco que se están cayendo. No fue económico, pagamos un dineral y los resultados no fueron los esperados”.

Por su parte, Carlos Pérez de México tilda de discriminante el trato hacia él: “pésimo hotel. El peor hotel en La Habana. El gerente en turno es una persona sin criterio. Viaje desde México y recibí pésimo trato, incluso discriminatorio. Prefieren al turista europeo. La persona en la recepción no se preocupa por dar un buen servicio. Si vienes a Cuba, mejor elige otras opciones”.

Una usuaria española registrada como Ari opinó: “me esperaba más. Decepcionante en muchos aspectos. Había goteras en el baño que se colaban a través de uno de los focos oxidados del techo. De seis ascensores en determinados momentos del día solo funcionaban dos por lo que para bajar se podía tardar más de 15 minutos”.

Según un reporte de Cubanet en el 2015 el grupo Gran Caribe destinó cerca de 10 millones de dólares para la reparación integral del Neptuno Tritón, pero “poco de ese dinero fue usado en hacer las reformas que se anunciaron aquel año y, quizás, ni siquiera las anteriores a esa fecha”.

Un funcionario de la Dirección Económica de Gran Caribe, el cual no reveló su nombre, explicó a ese medio de prensa que “lo que pasa es que son presupuestos asignados a mantenimiento y no a inversiones. Por tanto deben usarse en el año”, y agrega que si no se usa dentro de ese año fiscal “ese dinero es reintegrado al presupuesto del MINTUR, y sin dudas de allí pasa al Estado, para usarse en otros asuntos que probablemente no tienen que ver con turismo. Así fue hasta el 2017 tanto para mantenimiento como para inversiones. Por eso nunca asumen la rehabilitación como una inversión, sino como mantenimiento, porque se sabe que el plazo expira”.

En el 2003 se aprobó otro presupuesto de ocho millones de pesos (dólares) para la rehabilitación, según informó el ingeniero civil Reinaldo Maza, vinculado al proyecto original.

“El dinero era de una donación de España que también incluía la rehabilitación del Hotel Comodoro, que no recuerdo bien si también recibió entre ocho y diez millones, que fue cuando se comenzaron a hacer los bungalows, pero en el Neptuno-Tritón no se hizo absolutamente nada más allá del cambio de los ventanales, algunos aires acondicionados y las áreas exteriores. Las estructuras quedaron tal cual. Era un trabajo muy complejo, costoso, por la altura de los dos edificios.

Las empresas constructoras que podían hacerlo, como Bouygues (Bouygues Batiment International), que entonces comenzaba en Cuba, estaban totalmente en la construcción de hoteles para los militares en los cayos y en Varadero. A alguien del MINTUR se le ocurrió que era mejor emplear ese dinero en hacer más bungalows en el Comodoro”, concluye.

Un ex empleado del mencionado hotel también explicó a ese medio digital que varias veces se aprobó dinero para restaurarlo, pero al final terminaba en otras construcciones de Gran Caribe.  “Desde que trabajo aquí he visto más de una vez que llegan, ponen los andamios, las grúas, pasan los meses, los vuelven a desmontar cuando el salitre los pica y no pasa nada. Dicen que el daño es tan grande que es mejor demolerlo y hacer otro”, acotó.

Aunque el hotel de Miramar empezó su construcción cuando Cuba gozaba de los beneficios del Consejo de Ayuda Mutua Económica (CAME), no concluyó hasta una década después por “problemas con el presupuesto” y en medio del desastre económico del “Período Especial”.