“Juegan con la gente”: Cubano se cansa de que lo engañen en policlínico de La Habana

Policlínico Plaza, imagen de referencia (Foto: Infomed)

Un paciente del policlínico Plaza, en La Habana, se hartó del maltrato y las deficiencias del sistema de salud cubano, y publicó este sábado un fuerte post donde asegura que en el mencionado centro sanitario “faltan el respeto” de manera constante a la población.

“Yo, personalmente, acuso a los que dirigen el Policlínico Plaza”, escribió en Facebook el joven Reysel de la Fe, quien aseguró que normalmente no publica sobre temas polémicos en las redes, pero se vio obligado por “lo que están haciendo con los pacientes del policlínico”.

De la Fe contó que acudió al centro médico a tomarse la presión y el profesional que lo atendió utilizó un esfigmo (esfigmomanómetro) digital “que tiene problemas y te marca cualquier presión menos la que tienes”.

“Yo pienso que, si no tienen un esfigmo bien calibrado, pues que no den ese servicio. Lo más triste es que los médicos lo saben y están engañando a los pacientes”, afirmó el joven.

Agregó que le dijeron que su presión arterial tenía parámetros normales “por el aparatico ese”. “Y así mismo me mandaron a la casa, cuando realmente tenía 160 con 100”, subrayó.

“Es una vergüenza que ese policlínico que dice ser referencia nacional no tenga un esfigmo bien calibrado y juegue con la presión arterial de las personas”, concluyó.

En octubre del año pasado, el policlínico Plaza fue ratificado por las autoridades del Salud nacionales en su condición de Referencia Provincial, “por los resultados obtenidos en el último año”, señaló la prensa oficialista en aquel momento.

La publicación de Reysel, que fue inmediatamente compartida por decenas de usuarios en Facebook, acumuló otras experiencias como la de Gisell Mendoza, quien aseguró que a su hijo le mandaron mal una dosis de la penicilina “y cuando le dijimos al médico que siempre le habíamos puesto un bulbo él insistió”.

“Después de 3 días y no se le quitaba la fiebre regresamos y nos dijeron que había que ponerle un bulbo, 3 pinchazos por gusto y 3 bulbos desperdiciados, con el trabajo que dio conseguirlos”, agregó Gisell.

Niurka Martínez González dijo por su parte que es importante “tener en cuenta estas cosas para no lamentar vidas en ocasiones y para la tranquilidad del personal de la salud, pues cuando ocurren desenlaces fatales no queremos asumir las negligencias”.

Cristina Ricardo acotó por otro lado que “es un peligro medirse la tensión con esos efigmos porque no son confiables. Y la mayoría de los médicos no le interesa que el paciente se muera”.