Liberan a una de las menores de edad arrestadas tras las protestas

Liberan a una de las menores de edad arrestadas tras las protestas. (Collage:Dayron Hernandez-Facebook)

El día de ayer las autoridades castristas liberaron a una de las menores de edad que fueron detenidas por haber participado en las protestas populares que ocurrieron el pasado 11 de julio en la Isla.

Se trata de Gabriela Zequeira, una estudiante de Contabilidad de 17 años que fue condenada a ocho meses de privación de libertad.

“A esta hora de la noche fue liberada mi prima. (…) Le doy gracias a Dios y a todas las personas que estuvieron apoyando esta causa (…). Esta foto háganla pública para que el mundo vea que mi prima es libre”, indicó en Facebook el internauta Dayron Hernández.

Al igual que ella, varias otras personas arrestadas durante las manifestaciones fueron liberadas, sin embargo, activistas han señalado en redes sociales que ninguna de estas personas ha sido absuelta de sus cargos, sino que simplemente han sido enviados a sus viviendas en lo que dura el proceso de apelación.

Es necesario mencionar que la liberación de la joven, junto a la del fotógrafo Anyelo Troya y el artista Alexander Diego Gil corresponden a los casos que más atención han recibido en redes sociales, lo que sugiere que es una estrategia del régimen castrista para “ayudar con su imagen”.

De igual manera, aunque estas personas han sido excarceladas, cientos permanecen detenidas o desaparecidas desde el día de las protestas que estallaron en la Isla durante las semanas pasadas.

Arresto de la adolescente

De acuerdo con la madre de Zequeira, Yoanis Hernández Cuadra, las autoridades le indicaron tras detenerla que su hija no estaba involucrada en nada mayor, por lo que solo saldría con una multa, lo cual fue falso, pues un juicio sumario realizado el pasado 22 de julio la condenó a 8 meses en prisión.

La joven, quien cursa el segundo año de Contabilidad en el politécnico Andrés Luján de San Miguel del Padrón fue acusada del presunto delito de desorden público, pese a que la madre asegura que ella solamente observó el evento, pues nunca había observado una manifestación de ese tamaño.

La mujer le indicó al medio independiente CubaNet que su hija nunca gritó nada y que jamás arrojó una piedra en contra de nadie.

De acuerdo con ella, su hija se alejó al ver a la gente corriendo, pero “los Boinas Negras venían detrás de ella y la subieron para el camión”, llevándosela detenida sin decirle nada.

“Ella nunca pudo hacer una llamada. Y yo no pude verla hasta después del juicio, que la vi tres minutos cuando se terminó. La besé, la abracé, ella me dijo: ‘Mami, sé fuerte, apela, a mí no me va a pasar nada’, en vez de yo darle aliento, ella me lo dio a mí”, aseguró.