Madre cubana y su hija secuestradas en México: exigen $10.000 por su liberación

México tiene varios mecanismos establecidos para denunciar el secuestro de migrantes, pero muchos indocumentados temen ser deportados al buscar a la policía. (Captura de pantalla © SSC – YouTube)

Una madre cubana y su hija fueron secuestradas el pasado martes en México, según denunció el cubano Reinier Iglesias en su cuenta de Facebook. Iglesias, esposo y padrastro de las víctimas respectivamente, compartió su angustia públicamente, explicando que los captores están pidiendo un rescate de 10.000 pesos mexicanos para liberarlas.

El incidente ocurrió alrededor de las 6:00 p.m., aunque Iglesias no especificó la ciudad en la que se encontraban, el número de contacto que proporciona es indicativo del estado de Nuevo León, al norte de México.

El hombre, visiblemente afectado, utilizó las redes sociales para pedir ayuda a su comunidad, solicitando donaciones o al menos compartir la publicación. “Hoy caí yo, mañana puede ser tu familiar o amigo”, escribió en un emotivo mensaje. El hombre ofreció su número telefónico, 8138580131, con la esperanza de que alguien pueda ayudar a reunir el dinero exigido por los secuestradores.

Los secuestros de migrantes cubanos en México se han vuelto una problemática recurrente. En enero de 2024, un grupo de 31 migrantes, incluidos varios cubanos, fue secuestrado en Tamaulipas mientras viajaban hacia la frontera con Estados Unidos. Este tipo de eventos subraya la vulnerabilidad que enfrentan los migrantes en su travesía por México.

Además, en mayo de 2022, otro caso impactante ocurrió cuando Bárbara Rodríguez y su hijo fueron secuestrados en Ciudad Juárez. Tras pagar un rescate de $30.000, fueron liberados después de 26 días de cautiverio. Estos eventos reflejan el peligro constante que enfrentan los migrantes en su intento de cruzar hacia Estados Unidos, muchas veces sin el apoyo suficiente de las autoridades.

El caso de la madre y su hija cubanas secuestradas resalta la desesperación de los familiares, que recurren a redes sociales para intentar salvar a sus seres queridos. La situación en México, con la presencia de cárteles y bandas criminales, ha convertido a los migrantes cubanos en objetivos fáciles de extorsión y secuestro.

Según datos recientes, los secuestros de migrantes, especialmente de cubanos, han ido en aumento. Las bandas criminales que operan en las rutas migratorias ven en estos grupos una oportunidad para obtener grandes sumas de dinero a través de extorsiones, sumando al drama que viven los migrantes durante su travesía.

Estos secuestros no solo generan preocupación en las familias afectadas, sino que también evidencian la falta de protección y los peligros a los que se exponen los migrantes durante su viaje hacia la frontera. A pesar de los esfuerzos de las autoridades mexicanas, los casos siguen ocurriendo, lo que refleja la creciente inseguridad en las rutas migratorias.

El gobierno de México tiene varios mecanismos establecidos para denunciar el secuestro de migrantes. Una de las principales entidades encargadas es la Unidad de Investigación de Delitos para Personas Migrantes (UIDPM), bajo la Fiscalía General de la República. Esta unidad investiga delitos cometidos contra migrantes, incluyendo secuestros. Si un migrante o su familia necesita denunciar un secuestro, pueden hacerlo incluso si no se encuentran en México, a través de las Agregadurías de la PGR en el extranjero o contactando la UIDPM directamente.

Para presentar una denuncia, se pueden comunicar a través del número 01800 00 85 400 o al 088 de la Policía Federal. También está disponible el correo electrónico unidadmigrantes@pgr.gob.mx para recibir denuncias. Además, las familias pueden acudir a las oficinas de la PGR en Ciudad de México, o usar otros canales de denuncia disponibles tanto en territorio mexicano como en el extranjero​

Muchos migrantes indocumentados temen denunciar secuestros u otros delitos debido a la posibilidad de ser deportados. A pesar de estar en situaciones vulnerables, algunos migrantes prefieren evitar el contacto con las autoridades mexicanas, ya que podrían enfrentar la deportación por no contar con un estatus migratorio legal.