NOTICIAS DE CUBA
No hay gas licuado para las provincias occidentales: están esperando un barco
La falta de gas complica aún más la vida diaria, agravada por los apagones frecuentes y la escasez de alimentos
La falta de planificación y la corrupción en la distribución agravan la crisis. (Captura de pantalla © Canal Caribe – YouTube)
La Empresa de Gas Licuado informó que las provincias occidentales de Cuba, incluyendo La Habana, Artemisa y Mayabeque, enfrentan un déficit en la distribución de este hidrocarburo tan necesario para la cocción de alimento. Para abastecer de gas licuado del petróleo (GLP), se espera por la llegada de un barco que viene de importación.
Según informó la Empresa de Gas Licuado, el cargamento más reciente arribó al puerto de Santiago de Cuba y está siendo descargado. El transporte hacia las provincias occidentales comenzará en los próximos días, pero no hay un calendario exacto para el reinicio de las ventas.
La Empresa de Gas Licuado aseguró que implementará un esquema de distribución que priorice a los clientes según la última fecha de compra. Sin embargo, muchos temen que estas medidas no sean suficientes para atender la alta demanda acumulada.
“De manera oportuna será informado el nuevo esquema de distribución para garantizar las ventas a los clientes en correspondencia a la última fecha de compra. El colectivo de trabajadores de la Empresa de Gas Licuado ratifica el compromiso con sus clientes en accionar por minimizar las afectaciones causadas y mantener la comunicación oportuna”, refiere la nota oficial.
Los hogares cubanos, especialmente aquellos en La Habana, enfrentan graves dificultades. En redes sociales, ciudadanos han expresado su frustración. Comentarios como el de Rosa Santiago destacan el caos en los puntos de venta: “No he podido comprar mi balita de gas desde octubre por las interminables colas”. Otros, como Yissel López, señalan problemas con el peso del gas distribuido, acusando que “los botellones llegan medios vacíos”.
La producción nacional de GLP en Cuba ha disminuido drásticamente, alcanzando apenas un 16% de los niveles de 1989. Este descenso ha forzado al país a depender de las importaciones para satisfacer la creciente demanda. Sin embargo, las dificultades financieras y los impagos a proveedores internacionales han provocado retrasos en la llegada del producto.
La falta de gas complica aún más la vida diaria, agravada por los apagones frecuentes y la escasez de alimentos. Esto genera desesperación entre las familias que dependen de este recurso para actividades esenciales.
La red de gas manufacturado, conocida popularmente en la capital del país como “gas de la calle”, una alternativa al GLP, ha disminuido su producción en un 23% desde 2013. Esto deja a millones de personas sin alternativas viables para cocinar.
Crece el mercado negro de balitas de gas
La escasez de gas licuado en Cuba ha propiciado un floreciente mercado negro donde los precios de las balitas de 10 kilogramos alcanzan cifras exorbitantes. Periódico Cubano pudo comprobar en los sitos de anuncios y clasificados en Cuba, además de los grupos de venta en redes sociales, que en La Habana, estos cilindros se comercializan entre 20.000 y 25.000 pesos cubanos (CUP).
Esta situación refleja la ineficacia del gobierno cubano para garantizar el suministro de un recurso esencial, obligando a la población a recurrir al mercado informal y enfrentar precios inaccesibles para muchos. La falta de planificación y la corrupción en la distribución agravan la crisis, afectando especialmente a las familias de bajos ingresos que dependen del gas licuado para la cocción de alimentos.