Ómicron avanza en Sudáfrica: buenas y malas noticias

Desde que la Organización Mundial de la Salud (OMS) nombró la nueva cepa de COVID-19 B.1.1.529 como “Ómicron”, y la clasificó como una “variante de preocupación” el mundo se mantiene en vilo sobre los efectos que podría causar sobre la salud y el temor a nuevos confinamientos es latente.

La detección de la nueva cepa es reciente y los datos para el análisis son preliminares, por lo tanto, la estrategia es observar las tendencias del virus y compararlo con los primeros momentos de la anterior variante, la Delta, que si constituyó un peligro por su rápida difuminación.

Este análisis fue compartido por el biólogo cubano Amílcar Pérez Riverol en sus cuentas de redes sociales. Según el doctor, hay buenas y malas noticias sobre el comportamiento inicial de ómicron en Sudáfrica, origen de la mutación.

Continúa el crecimiento acelerado de la cifra de confirmados en la provincia de Gauteng, Sudáfrica, región donde se han detectado la mayoría de los casos. Los datos muestran que la tendencia inicial es un mayor crecimiento que el registrado al inicio de la onda provocada por Delta.

En Gauteng la tasa de positividad en las últimas 24 horas fue del 20%. De hecho, la tasa de positividad crece en toda Sudáfrica, señala Pérez-Riverol.

“Varios análisis publicados indican que la tasa actual de transmisión de Ómicron en Gauteng podría ser entre 3 y 5 veces superior a Delta. Insisto en que es la tasa actual y no implica necesariamente que Ómicron sea más transmisible que Delta”, advierte el cubano sobre la base de sacar conclusiones con datos preliminares.

Sin embargo, otros datos confirman el poder expansivo de la nueva cepa. “Durante noviembre la Rt (número reproductivo efectivo del virus) en Guateng pasó de 0.8 a 2-2.5, otro indicador que apunta a la expansión acelerada del brote provocado por Ómicron”.

¿Cuáles son las buenas noticias?

A pesar de notarse la tendencia de una mayor expansión del virus, las hospitalizaciones marchan semejante a lo que pasó con Delta. “Considerando el alto número de casos, esto podría significar que Ómicron es menos o igualmente virulenta. Pero no es conclusivo”, señala el biólogo cubano que reside en Sao Paulo, Brasil.

La explicación acá es que “el efecto de la vacunación en Sudáfrica, sumado al de las infecciones en brotes previos, podrían estar dando cierto grado de protección contra la enfermedad severa”. Por tal razón, se ve una mayoría de los casos en personas jóvenes (menores de 60 años) que tienden a ser más leves.

En resumen, según se aprecia en los datos preliminares de los contagios por ómicron en Sudáfrica, hay una alta transmisibilidad por eso el alza en los contagios, sin embargo, no hay alarmas aún respecto a potencial ganancia de virulencia respecto a Delta. Esto es, que provoque enfermedad más severa y sea más letal.