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Oshún: la deidad yoruba que regirá junto a Shangó en el año 2025
Oshún ha sido designada como la divinidad acompañante, según la Letra del Año 2025
Oshún ha sido designada como la divinidad acompañante en la Letra del Año 2025. (Foto creada con ChatGTP)
Oshún, conocida como la diosa del amor, la fertilidad y los ríos, es una de las orishas más veneradas en la santería y otras religiones de origen yoruba como la Regla de Osha-Ifá. Su historia, cargada de mitos y leyendas, trasciende fronteras y se ha convertido en un símbolo de esperanza, feminidad y resistencia, especialmente en la cultura afrocubana.
El origen de Oshún
En la mitología yoruba, Oshún es una de las 400 divinidades creadas por Olodumare, el dios supremo. Representa la belleza, la gracia y la prosperidad, y está asociada con el agua dulce, especialmente los ríos y manantiales.
Según las creencias, Oshún fue enviada a la Tierra junto con otros orishas para poblarla y ayudar a los humanos. Sin embargo, ellos ignoraron su presencia por ser mujer, subestimando su poder.
La leyenda cuenta que, ante este desprecio, Oshún retiró las aguas de los ríos y los manantiales, causando sequías y sufrimiento. Cuando los orishas se dieron cuenta de su error, acudieron a ella en busca de perdón.
Oshún accedió, devolviendo el agua y la fertilidad a la Tierra, y desde entonces se la reconoce como indispensable para el equilibrio y la vida.
Oshún en la diáspora africana
Con la trata de esclavos, los yorubas llevaron su cultura y religión al Caribe, incluyendo a Cuba, Brasil y Haití, donde Oshún se adaptó a las nuevas realidades culturales y religiosas.
En Cuba, fue sincretizada con la Virgen de la Caridad del Cobre, la patrona de la Isla. Este sincretismo se dio como una estrategia de los esclavos para mantener vivas sus creencias bajo la opresión colonial.
Oshún también se vinculó con valores de resistencia y esperanza, convirtiéndose en un símbolo de resiliencia para quienes enfrentaban la esclavitud y la opresión.
Características de Oshún
Oshún es representada como una mujer joven y hermosa, adornada con joyas de oro y vestida con telas de colores cálidos, especialmente amarillo y dorado. Sus atributos incluyen un abanico, espejos y miel, que simbolizan la dulzura y la capacidad de seducción.
En los ritos religiosos, los seguidores de Oshún le ofrendan frutas, flores, miel, y en algunos casos, gallinas y cabras, para obtener su favor.
Sus cualidades abarcan la sensualidad y el amor, pero también la fortaleza y la capacidad de liderazgo. Es conocida por ser una defensora de los marginados y los débiles, así como por poseer un carácter fuerte cuando se trata de proteger a los suyos.
Relación con otros orishas
Oshún mantiene relaciones complejas con otros orishas. Es conocida como la amante de Shangó, el dios del trueno y la guerra, con quien comparte una conexión de pasión y energía. También tiene vínculos con Orula, el orisha de la adivinación, y con Yemayá, la diosa del mar, quien en algunas historias es presentada como su hermana mayor.
En la santería, Oshún es considerada una madre espiritual, protectora de mujeres embarazadas y niños. Su energía representa la alegría de vivir, pero también la lucha contra las injusticias y el sufrimiento.
Oshún en la actualidad
Oshún sigue siendo una figura central en la religión yoruba y en las prácticas sincréticas de la diáspora africana. En Cuba, su festividad se celebra el 8 de septiembre, coincidiendo con el día de la Virgen de la Caridad del Cobre. Miles de devotos acuden a iglesias y ríos para rendirle tributo y pedir su bendición.
Oshún en la Letra del Año 2025
En el contexto actual, Oshún ha sido designada como la divinidad acompañante en la Letra del Año 2025, mientras que Shangó, el poderoso orisha del trueno y la guerra, se posiciona como la divinidad regente.
Este anuncio, realizado por los babalawos y sacerdotes de la santería al iniciar el año, destaca la importancia del equilibrio entre la fuerza (Changó) y la dulzura (Oshún) para enfrentar los desafíos del ciclo que comienza.
El acompañamiento de Oshún subraya la necesidad de la unidad, el amor y la búsqueda de la prosperidad en tiempos difíciles, recordando a los fieles que la dulzura y la resiliencia son esenciales, incluso en medio de las luchas más intensas.