Polémica en restaurante cubano de Las Vegas por proyección de imágenes de Fidel Castro

El dueño del restaurante Carlitos aseguró que él no es comunista. (Captura de pantalla © Cubanos por el Mundo – YouTube)

Un restaurante cubano en Las Vegas se convirtió recientemente en el centro de una controversia luego de que en una de sus pantallas se proyectara un video con imágenes de la revolución cubana y del dictador Fidel Castro, acompañadas por una canción de la cantautora Sara González.

El hecho generó indignación entre los clientes del establecimiento, quienes expresaron su molestia en redes sociales. El propietario del restaurante, al percatarse del revuelo que había causado el incidente, salió públicamente a pedir disculpas, asegurando que no era comunista y que la proyección del video no reflejaba su postura ni la de su negocio.

“Carlitos no apoya nada de eso, Carlitos es gusano, no quiero comunismo… no soy comunista”, expresó el dueño de Carlitos Cuban Food. De igual manera, explicó que todo habría sido responsabilidad de una empleada que, según él, “estaba comiendo mie…”.

Por su parte, la joven implicada en el incidente justificó su acción afirmando que se trataba de un “chiste interno”, argumentando que los clientes que visitan el restaurante saben que no es la música que se pone regularmente. La muchacha, de la cual no trascendió su nombre, alegó que la canción salió de casualidad, y que la dejaron de broma, pues era lo que se ponía en los matutinos escolares en Cuba.

No obstante, el incidente no fue tomado con humor por la comunidad cubana en el exilio, que rechazó la situación en plataformas digitales. El influencer cubano Alexander Otaola amplificó la controversia al compartir la grabación en su programa vespertino, generando una ola de críticas. El camagüeyano consideró que “hay gente que nunca debieron permitir que se fueran de sus lugares de orígenes”.

En los comentarios del video de Cubanos por el Mundo, numerosos usuarios expresaron su indignación y exigieron medidas contra la joven, alegando que su “broma” era una falta de respeto hacia los exiliados que han sufrido bajo el régimen cubano.

“Dañar la reputación de un negocio, yo el dueño… Ve a poner a Sara G a otro lado, a ver si te lo permiten”; “La mejor disculpa es que despida a esa empleada que la mande a los campos a trabajar”; “Y muerta de risa, como si fuera una gracia lo que hizo”.

Hasta el momento, no se ha confirmado si el restaurante tomó acciones disciplinarias contra la empleada. Lo cierto es que Carlitos Cuban Food es un restaurante muy conocido por la comunidad cubana en Las Vegas y la broma de mal gusto, molestó mucho a los clientes.