ESTADOS UNIDOS
Propietario de un taller en Hialeah Gardens bajo arresto por amenazar a un contratista
El sospechoso envió la fotografía de un arma y amenazantes palabras a la víctima
Juan Carlos Sosa enfrenta cargos por un delito de segundo grado. (Foto © Archivo del condado de Miami-Dade)
Juan Carlos Sosa, propietario de Quantum Body Shop en Hialeah Gardens, fue arrestado el pasado miércoles por la policía local tras amenazar con un arma de fuego a un contratista que trabajaba para su taller. El incidente se originó luego de que la víctima saliera a almorzar tras haber recibido un pago, situación que enfureció a Sosa y derivó en un cargo grave, informó Local 10.
Según el informe oficial del Departamento de Policía de Hialeah Gardens (HGPD), el 8 de mayo, Sosa le pagó 150 dólares al contratista, empleado del negocio y otras empresas de la zona. Tras recibir el dinero, la víctima salió del taller para almorzar.
En respuesta, el empresario de 61 años envió un mensaje de texto con la imagen de una pistola en su funda y, posteriormente, en varias grabaciones de voz amenazó al contratista con dispararle en la cabeza si no le devolvía el dinero.
Al día siguiente, Sosa acudió al lugar de trabajo de la víctima, lo que incrementó la preocupación de esta última, quien temía por su seguridad. Las autoridades fueron alertadas y acudieron a Quantum Body Shop para detener al propietario, quien hizo una admisión que fue eliminada del reporte de arresto.
Sosa enfrenta un cargo de delito grave de segundo grado por amenazas escritas de causar muerte o lesiones corporales graves. Actualmente, está detenido en el Centro Correccional Turner Guilford Knight, con la fianza aun sin establecer.
En Florida, la sanción por una amenaza de muerte depende de la gravedad de la amenaza y si se empleó un arma. Cuando la amenaza no involucra un arma, puede ser considerada un delito de tercer grado, con penas de hasta cinco años de prisión y multas de hasta 5.000 dólares. Sin embargo, si la amenaza es específica e inminente, se puede clasificar como delito de segundo grado, reflejando la intención del acusado de generar un temor real y cercano en la víctima.
Cuando la amenaza de muerte incluye el uso de un arma de fuego, las sanciones son más severas. La agresión agravada con arma de fuego es uno de los delitos más graves en Florida, con sentencias mínimas obligatorias de tres años de prisión, y que pueden aumentar hasta 20 años si el arma se dispara. En casos donde la víctima resulta gravemente herida o muere, la pena puede llegar a 25 años o incluso cadena perpetua.
Si la amenaza con arma no implica disparo, puede ser catalogada como un delito grave de tercer grado, con penas similares a las amenazas sin arma: hasta cinco años de prisión y multas. Además, factores como la intención de causar daño, antecedentes penales del acusado y la presentación de defensas legales, como la autodefensa, pueden influir en la gravedad de la sentencia.