¿Si Marco Rubio llega a ser Secretario de Estado quién lo sustituye en el Senado por Florida?

El sucesor designado ocuparía el puesto de Rubio hasta el fin de su mandato en 2028, cuando se convocarían nuevas elecciones. (Captura de pantalla © The Hill – YouTube)

Marco Rubio, senador cubanoamericano por Florida, está listo para ser nominado por el presidente electo Donald Trump para el puesto de Secretario de Estado de Estados Unidos, lo cual lo convertiría en el primer latino en liderar la diplomacia estadounidense.

Su nombramiento representaría un cambio estratégico en la política exterior de Trump, que coincide con la postura firme de Rubio frente a los regímenes autoritarios de Cuba, Venezuela y Nicaragua.

¿Quién ocupará el escaño de Rubio en el Senado?

De confirmarse su nominación por el Senado de EEUU, el gobernador de Florida, Ron DeSantis, sería el encargado de designar un reemplazo temporal para la vacante del senador Rubio, quien fue elegido por seis años en 2022. La ley estadounidense otorga a los gobernadores la potestad para nombrar a un senador en caso de que el actual abandone su cargo.

Entre los posibles candidatos se mencionan a James Uthmeier, actual jefe de gabinete de DeSantis, o la vicegobernadora Jeanette Núñez. El sucesor designado ocuparía el puesto de Rubio hasta el fin de su mandato en 2028, cuando se convocarían nuevas elecciones.

No se descarta que DeSantis, quien concluye en 2026 sus ocho años como gobernador, pueda aspirar al cargo de senador de EEUU por Florida.

La confirmación de Rubio lo coloca en una posición de alta visibilidad en la política estadounidense. Históricamente, el cargo de Secretario de Estado ha sido una plataforma hacia la presidencia, como ocurrió con figuras como Thomas Jefferson, James Madison y James Monroe.

Sin embargo, en décadas recientes, ningún Secretario de Estado ha alcanzado la presidencia. La última aspirante fue Hillary Clinton, quien ocupó el cargo entre 2009 y 2013, pero perdió las elecciones presidenciales frente a Donald Trump en 2016.

La designación de Rubio generaría expectativas en la comunidad cubana en EEUU, interesada en la política exterior hacia la Isla. Como líder hispano, Rubio ha impulsado sanciones y políticas contra los regímenes de La Habana, Caracas y Managua, y podría endurecer la posición diplomática estadounidense en relación con América Latina. Esta postura se alinea con la política de Trump, quien en su administración impuso sanciones económicas a estos países.

Rubio asumiría el reto en un momento de cambios en el escenario internacional, con crecientes alianzas entre países adversarios, como China, Rusia e Irán. En una entrevista reciente, el senador afirmó que se requiere una “política exterior pragmática” para adaptarse a estas dinámicas globales. Su visión renovada en la política exterior podría reflejarse en el equipo que conformaría, junto a Elise Stefanik, propuesta como embajadora ante la ONU.