Bicicletas públicas en La Habana: cuatro días de renta equivalen al salario mínimo de un cubano

El nuevo servicio de bicicletas públicas, inaugurado el pasado 13 de enero en La Habana, comienza a generar molestias entre sus usuarios, una de ellas devenidas de sus altos costos, donde cuatro días de renta equivalen al salario mínimo de un cubano.

De acuerdo a una nota del medio oficialista Cubadebate, «con la apertura de la estación piloto en la Universidad Tecnológica José Antonio Echeverría (CUJAE), el proyecto Neomovilidad Habana promueve el uso seguro de este vehículo como medio de transporte alternativo y sostenible, a fin de reducir las emisiones de carbono en el transporte urbano citadino y contribuir a la mitigación del cambio climático».

Y sí, la idea, aplicada desde hace mucho tiempo en diversas ciudades del planeta resulta excelente; sin embargo, en este caso y para los principales beneficiados, los jóvenes estudiantes, no es accesible para la mayoría de los bolsillos.

Un artículo recientemente publicado por el sitio comunista refiere que se trata de una prueba piloto «en la que se deberá evaluar el impacto y ajustar con el tiempo distintos factores», entre ellos los precios.

Indudablemente, con un precio de 100 pesos cubanos por una hora de recorrido y 500 por el día completo, el alumno que cuente por ejemplo solo con su estipendio le resultan inalcanzables dichas bicicletas.

¿Bicicleta, bicicleta… para todos en La Habana?

La principal excusa de estos altos costos es que el medio de transporte necesita reparaciones, compras de piezas y mantenimientos sostenidos… y eso se sabe, pero entonces por qué colocar el servicio justamente en esta zona donde concurren tantos estudiantes.

“Existen hoy clientes que recomiendan valorar los precios nuevamente, y está otro grupo de personas que los encuentran accesibles”, dijo a Juventud Rebelde José Luis Gutiérrez, especialista de venta en la cicloestación de la Cujae quien agregó que de forma general, el público ha visto con buenos ojos el servicio.

Igualmente, se añade que «están analizándolo y próximamente deben implementar un lógico descuento para los educandos», con vistas al inicio del curso escolar en este nivel educativo, en febrero próximo.

Del dicho al hecho, hay un largo trecho. Entonces cabe preguntarse ¿por qué no se establecieron, desde su misma apertura, las tarifas diferenciadas para los estudiantes de la zona que necesitan emplear las bicicletas y como siempre, se deja «para analizarse»?

No es de extrañar que a poco más de diez días y con una seria crisis del transporte en La Habana y todo el país exista «una venta relativa, siendo el sábado la jornada con mayor afluencia de personas, pues se oferta a partir de ese día y hasta el lunes en la mañana el servicio por un costo de 500 pesos».

Esta historia apenas comienza, pues pedalear en Cuba no es una pasión, y menos con el hambre que existe, sino una necesidad para movilidad citadina.