Central nuclear de Juraguá: ¿remedio para los apagones de hoy?

El enclave estaba situado cerca del mar para utilizar el agua como enfriamiento. (Captura de Pantalla: Google Maps)

La central nuclear de Juraguá en Cienfuegos fue el sueño inconcluso de Fidel Castro, que pretendía construir en ese enclave en el centro sur de Cuba una planta de generación de electricidad con ayuda de la Unión Soviética (URSS) al estilo de la edificada en Chernóbil, cuyo trágico final tiene consecuencias devastadoras después de casi 40 años.

Con la actual crisis energética que vive la Isla, muchos cubanos especulan sobre qué hubiese pasado si finalmente el proyecto, iniciado en la década 1980, culminaba su construcción y empezaba a producir energía. Desde Periódico Cubano recogimos las opiniones de nuestros seguidores en redes sociales, y han sido varias las conjeturas sobre el proyecto.

La mayoría de los comentarios de los cubanos dan gracias a las circunstancias que impidieron la realización del proyecto, pues creen que, de haberse finalizado, tarde o temprano ocurriría en Cienfuegos una catástrofe al estilo de Chernóbil. En 1986 aconteció un accidente en la planta nuclear que fue pésimamente manejado por los dirigentes soviéticos, quienes pretendieron ocultar el suceso para no demostrar inferioridad ante Estados Unidos en medio de la Guerra Fría que se vivía en el mundo bipolar.

De acuerdo con Yenisey Urdanivia, quien reside en la llamada Ciudad Nuclear, un proyecto inmobiliario que se construyó para albergar a los trabajadores de la futura planta, comenta que desde que nació hace 40 años vive en ese lugar.

De la central “solo quedan ruinas y ha sido fuente de sustento para muchas personas que van a extraer materiales como cabillas, planchas de aluminio, zinc, cables, en fin, todo lo que les pudiera servir para vender o construir. También han muerto algunos por el peligro de su altura”, añade Urdanivia.

La mayor preocupación de los cubanos radica en el ejemplo de las centrales termoeléctricas a base de combustibles fósiles, las cuales están destruidas en la actualidad por falta de inversiones y mantenimiento. Eso mismo pudiera haber pasado con Juraguá.

“Si no pueden con un tareco de termoeléctrica, ¿van a poder con una central nuclear? Ya la Isla estaría hundida bajo el agua hace años”, aseveró Arnold JG.

Alexander Fornaris opina de forma similar, pues “Cuba es un estado fallido y un error nuclear es catastrófico, incluso con implicaciones para la región caribeña”.

En los planes castristas, la central debía satisfacer hasta un 15% de las necesidades energéticas de todo el país y generar miles de puestos de trabajo. Para dirigir el proyecto fue designado Fidel Castro Díaz-Balart, el hijo del dictador cubano que terminaría quitándose la vida casi 40 años después. Castro Díaz-Balart obtuvo una formación como físico-nuclear en el Instituto de Energía Atómica I. V. Kurchatov de Moscú.

Por tal motivo, algunos creen que si Cuba contara en la actualidad con una planta nuclear no habría los problemas de apagones por déficit de generación de energía.

Sin embargo, esa vertiente de opinión olvida que, como casi todo en la Mayor de las Antillas, durante la época soviética, la operación de la central dependía de los recursos y la técnica rusa. Por ejemplo, las barras de uranio que con su fusión generan calor para crear el vapor que hace girar los motores para producir electricidad debían ser suministrados desde Moscú.

Por eso, suponiendo que la central se hubiese terminado, tendría que haber sido detenida con la caída de la URSS. Cuba no estaba preparada, ni mucho menos lo está en la actualidad, para operar una planta de energía nuclear.