Comunidad LGBTI de Santa Clara también condena la cancelación de conga contra la homofobia

La comunidad LGBTI de Santa Clara condenó la prohibición que impuso el régimen para que no se efectué el pasado viernes la marcha gay en esta ciudad.

A pesar de las amenazas de represión como ocurrió el pasado 11 de mayo en La Habana, algunas personas decidieron expresar de manera pública su descontento y hasta hicieron actos de “desacato” con tal de exigir tolerancia al gobierno.

El fundador del centro cultural El Mejunje, Ramón Silveiro, desafió la prohibición y fue con su bandera al parque Vidal de Santa Clara, una ciudad que se caracteriza por ser una de las más bohemias y tolerantes del territorio cubano.

Aunque Silveiro no fue secundado por más personas en su caminata, hecho que lamenta Roxana Rojo, una figura reconocida dentro de dicho movimiento, si se realizaron manifestaciones de activistas y miembros de la comunidad.

La intimidación y actos represivos de la policía del Estado, así como la traición de la directora del CENESEX, Mariela Castro, fueron el motivo de varias de las quejas que se comentaron de manera pública en El Mejunje y el parque Vidal.

“Siento que nos han utilizado a su conveniencia. Nos emplearon como una postal colorida para reivindicar ante el mundo al propio gobierno que un día nos castigó en las UMAP. Nuestros derechos humanos fueron diseccionados públicamente en vergonzosos debates, para luego ceder a las presiones de grupos religiosos y de la élite partidista, y negarnos el matrimonio igualitario. Y ahora nos prohíben lo más mínimo que es marchar”, comentó Roxana Rojo.

En Santa Clara, la policía también incurrió en actos de represión y disolvió a un grupo de manifestantes que caminaron por las inmediaciones del parque Vidal agarrados de las manos.

La prohibición, ha provocado que la comunidad LGBTI en Santa Clara sienta una gran decepción y hay una lamentación general de que se pierda el único día en el que pueden expresar con orgullo sus diferencias.

“Es importante que nos vean, que cada vez más gente nos pierda el miedo. Es importante que una vez terminada la conga cada transeúnte que se detuvo a nuestro paso para observarnos de manera aprobatoria o cuestionadora, continúe luego su camino diciéndose a sí mismo: no pasó nada, el mundo no se acabó porque ellos se vistieran así y rumbearan a plena luz del día”, reflexiona Jorge, un villaclareño de 43 años.

Él recientemente empezó a participar en la marcha gay que se organiza en su ciudad, antes no lo hacía por vergüenza, pero cuenta que una amiga heterosexual lo llevó prácticamente de la mano y al sentir el apoyo se sumergió en esta movilización que se debe realizar cada mayo.

“Pero si ahora es el propio gobierno quien lo prohíbe, la situación no puede ser más desalentadora, estamos regresando cuatro décadas atrás. En este año se ha fortalecido en Cuba la homofobia institucional”, manifiesta Jorge.

El villaclareño recordó en la entrevista que en los años 90 los homosexuales y trasvestis en su ciudad eran arrestados a la vista de todos y sus detenciones no tenía otra justificación, más que el odio, situación que no quiere que se repita en la isla.

Con Información de CiberCuba