Condiciones inhumanas en una prisión podrían dejar ciego a un preso político en La Habana

El activista de derechos humanos, Raúl Borges, denunció que su hijo, Ernesto Borges Pérez, está a punto de perder por completo la vista luego de un deterioro constante en la prisión del Combinado del Este de La Habana.

“En una visita de dos agentes de la Seguridad del Estado a mi casa un tiempo atrás, ellos me pidieron autorización para operar a mi hijo de cataratas ante los evidentes y agravados problemas de visión que tiene, pero no aceptamos debido a nuestro temor a que con esta operación y el posoperatorio sirviera para cometer un asesinato selectivo, tenemos evidencias de que eso pudiera suceder”, explicó el padre del prisionero.

Borges Pérez lleva más de 20 años encerrado, de los cuales 8 los ha pasado en una celda solitaria en condiciones inhumanas, reportó Diario de Cuba.

El preso político pasó los primeros 10 años de su condena encerrado en una prisión de máxima seguridad en el municipio de Guanajay, Artemisa. Su celda era oscura y semitapiada, lo que causó daño de manera progresiva en su visión.

A todo esto se le suma que Borges Pérez padece de 9 enfermedades crónicas relacionadas con el sistema respiratorio y el digestivo. Todo causado por su largo periodo en prisión.

Ernesto Borges Pérez fue detenido el 17 de julio de 1998 y fue condenado a 30 años en prisión por “tentativa de espionaje” luego de haber intentado entregar a los EEEUU los expedientes de 26 espías del régimen que Cuba planeaba infiltrar a ese país y otras naciones aliadas.

Con sus 21 años encerrado y luego del reciente fallecimiento de Armando Sosa Fortuny en una cárcel de Camagüey, Borges Pérez se convirtió en el preso político vivo con más tiempo encarcelado que se encuentra dentro de una prisión del régimen.

Su padre declara que aun cuando la ley estipula que Borges Pérez solo debía cumplir un tercio de su sentencia para que se le diera libertad, el régimen le ha negado la oportunidad.