General Motors se va de Ohio y Trump arremete contra ella

Los datos sobre el empleo en los EEUU son buenos y la situación económica parece que mejora por día, pero el presidente Donald Trump se siente frustrado con la decisión del gigante automotriz General Motors, que cerró una fábrica de ensamblaje de vehículos en Ohio.

El cierre de la planta significa la pérdida de dos mil puestos de trabajo y el republicano ha vuelto a utilizar su cuenta de Twitter para arremeter contra los empresarios que tomaron la decisión.

“No estoy contento de que esté cerrada cuando todo lo demás en el país está en auge. Le pedí que la vendiera o hiciera algo pronto. Culpó al sindicato UAW. ¡No me importa, sólo quiero que esté abierta!”, escribió el mandatario.

El sindicato es la Unión de Trabajadores Automotrices (UAW), que lucha por los derechos de los trabajadores de este sector industrial. El propio magnate se involucró en sus peticiones y envió un mensaje al líder sindical David Green, “es necesario que se organicen y produzcan en favor de los trabajadores de Lordstown”.

General Motors respondió mediante un comunicado oficial: “Seguimos abiertos a dialogar con todos los accionistas afectados, pero nuestro principal enfoque permanece en nuestros empleados y ofrecerles trabajo en nuestras plantas, en las que tenemos oportunidades de crecimiento”.

Al tiempo que expresaron la disposición de ofrecer “oportunidades disponibles para prácticamente todos los empleados afectados” en las fábricas que cerrarían.

Sin embrago, el presidente dijo que General Motors “lo decepciona y que hay otras automotrices que lo hacen mucho mejor”, esto en clara referencia a Toyota por sus recientes inversiones en territorio estadounidense.

El cierre de la planta de Lordstown no ayuda en las intenciones reelección de Trump para el 2020 pues prometió que las empresas estadounidenses crearían más empleo sobre todo en la deteriorada zona del medio oeste del país, como Ohio y Michigan.

Con información de AP