MUNDO
Harold Cuesta, el cubano héroe del momento en Uruguay
Soltó sus utensilios de cocina y aplicó sus conocimientos médicos
Se llama Harold Cuesta y lleva solo 5 meses en Uruguay. Es médico de profesión, pero como todo inmigrante, tiene que asumir otras labores para encarar la nueva vida que eligió. En el restaurante La Pasiva, donde trabaja como cocinero, protagonizó este sábado una escena heroica que lo ha lanzado a la popularidad en todo Montevideo.
A Harold nadie le llama por su nombre, sólo basta por mencionar “Cuba” para que este reaccione. Sin embargo su identidad real recién ha ocupado titulares de los principales medios de ese país, luego de que un acto suyo le salvara la vida a un cliente del mencionado establecimiento donde labora.
El hombre acababa de ordenar la cena cuando de repente cayó al suelo. Las convulsiones de este y los gritos de su mujer revelaron que algo muy grave sucedía.
Según cuenta la historia el diario uruguayo El País, de repente alguien se fue corriendo hasta la cocina y gritó el apodo: “¡Cuba”!
“Estaba preparando un chivito de salmón para un cliente cuando escuché los gritos” – le cuenta Harold Cuesta al citado medio. De inmediato soltó los utensilios y corrió al salón principal donde una muchedumbre paralizada rodeaba al comensal. El hombre se estaba tragando su lengua y tenía señales evidentes de asfixia.
El joven de 29 años que risueñamente prepara los platos en el restaurante La Pasiva es licenciado en radiofísica médica, y en Cuba aplicó radioterapia a decenas de pacientes de cáncer antes de decidir que la emigración era el único futuro para él y su esposa. Su llamado no fue en vano.
«Le saqué la lengua, lo puse de costado para que no tragara saliva e hiciera una broncoaspiración, y luego comencé a realizarle los primeros auxilios: reanimación cardíaca y boca a boca», explicó el cubano a El País.
El proceso duró unos 15 minutos de reanimación intensiva, mientras una ambulancia llegaba al lugar. «Cuando le estaba haciendo la reanimación, el paciente hizo una respiración fuerte y volvió en sí», contó Harold.
El joven cubano cree que pudo tratarse de un infarto masivo, aunque no lo puede saber con exactitud: “Allí en el restaurant yo no tenía los equipos para diagnosticarlo”. Al día siguiente un primo del hombre llamó a La Pasiva con un elogioso mensaje para el “cocinero cubano”.
Harold salió de La Habana a finales de octubre rumbo a Guyana. Desde allí, acompañado de su esposa, cruzó a Brasil y emprendió rumbo ilegal a través de varios países hasta llegar a Uruguay, donde entró por la frontera de Rivera.
Una vez en Uruguay solicitó y adquirió la categoría de refugiado, lo cual le permitió obtener también una cédula provisional. Ese documento fue el que propició su contratación en La Pasiva, como cocinero.
Harold dice que pretende quedarse a vivir en Uruguay, donde los cubanos están teniendo muchas bondades migratorias para residir de manera legal. “Es un país muy agradable, ameno y acogedor”, dice el joven que confiesa, además, que por el momento no piensa revalidar su título de radiofísica médica porque es demasiado caro.
No obstante sonríe cuando le insinúan que su repentina fama le abrirá nuevas puertas profesionales en el país. Los dueños de La Pasiva saben que quizás no lo tengan como cocinero durante mucho tiempo más.
Gordon
17 mayo, 2018 - 5:55 PM at 5:55 PM
La ignorancia mata no solo a un pueblo pero a la persona. Yo entiendo que la persona perseguido de muerte en su país por el gobierno no tiene otra alternativa que abandonar y buscar asilo político en tierra extraña. Pero eso de abandonar el país por una idea de mejoramiento. Déjame ponerlo de esta manera este hombre de una manera honrada nunca volverá a su profesión medical al menos que pase un milagro de Dios y lo más posible es que caiga víctima de su propia ignorancia. En realidad cambió la vaca por la chiba. La triste historia es que cuando se venga a dar de cuenta del error que cometió ya seria muy tarde. En 10 años si no se a vuelto loco se ha convertido en un bandido intelectual para poder lograr lo que tienen en mente. Y la mujer le doy unos 5 años para que despierte de esa pesadilla y se le mande a correr con otro que tenga el bolsillo lleno de billetes. La historia se repite alrededor del mundo pero es más común en los países del tercer mundo incluyendo México donde los cubanos esta nueva generación están pidiendo el agua por señal. Y en centro de detención en Panamá ya han muerto tres de 80 detenidos que son tratados como animales. «Mi vino es amargo pero es mi vino» José Martí.
gilberto
17 mayo, 2018 - 10:15 AM at 10:15 AM
Muy bien por este paisano, desgracia q’ con esta actitud de sistema arcaico y dictatorial q’ tenemos en nuestra Cuba debemos abandonar nuestra bella isla, espero algun dia verla libre y soberana felicidades y exitos en la vida.
Norma Suarez
16 mayo, 2018 - 3:30 PM at 3:30 PM
Nuestra madre patria ha parido esperanzas. Los médicos cubanos nuestros hermanos son elogiados a través del mundo porque hasta quienes no han tenido la necesidad de sus servicios lo reconocen. Nuestro país ha sufrido la pérdida de estos galenos y su ausencia se hace sentir . Felicidades valientes.