Juan Carlos Cremata sobre la nueva Ley del Creador Audiovisual: “es como el pescado liberado-controlado»

El realizador cubano, residente en Estados Unidos, Juan Carlos Cremata Malberti aseguró el pasado viernes que la nueva Ley del Creador Audiovisual, que entrará en vigor el venidero mes de agosto, es como el pescado “liberado-controlado”. 

“¿Qué tipo de libertad existe que pueda ser controlada? Bueno, la cubana, es libertad controlada: tú eres libre de hacer lo que al gobierno le caiga bien”, señaló el director de largometrajes como Nada y Viva Cuba y antiguo miembro del Comité de Cineastas, en una reciente entrevista concedida a Radio TV Martí. 

Cremata fue objeto de censura por parte de las autoridades de la Isla a raíz de su puesta en escena de la obra teatral El Rey se Muere, una clara alusión al fallecido dirigente Fidel Castro y que provocó el fin de su carrera en Cuba. 

“Y si sales del país para buscar la posibilidad de ser libre de hacerlo, ni siquiera eres cubano, ni siquiera eres persona: eres financiado por la CIA, eres mercenario”, explicó. 

El Decreto-Ley 373 del Creador Audiovisual y Cinematográfico Independiente, firmado por Miguel Díaz Canel en marzo, pero publicado este jueves en la Gaceta Oficial de Cuba, entrará en vigor “60 días hábiles” después de su promulgación.

Lo interesante es que la propia legislación descalifica la palabra “independiente” que presenta en su título.

“Se crean los comités de Admisión del Instituto Cubano del Arte e Industria Cinematográficos y el Instituto Cubano de Radio y Televisión, los que se encargan de aprobar y evaluar las solicitudes de los creadores audiovisuales y cinematográficos independientes, para su posterior inscripción en el Registro”, señala el artículo 11.1 en el capítulo IV de la normativa. 

Esto indica que ningún realizador puede presentarse ante una institución como cineasta independiente, a menos que lo certifique el Instituto Cubano de Industria Cinematográfica (ICAIC) o el Instituto Cubano de Radio y Televisión (ICRT). 

Otra de las cambios que trae la media es que los «los Colectivos» cinematográficos podrán abrir cuentas bancarias corrientes en pesos cubanos (CUP) o en CUC, siempre «a solicitud del ICRT y del ICAIC».

La ley también habilita la creación del Fondo Para el Fomento del Cine, sin embargo -según el presidente del ICAIC Ramón Samada- no es seguro conseguir un financiamiento dado a que «estamos a mitad del ejercicio presupuestario». 

Mientras que, a partir de septiembre, se abrirán tres nuevas licencias de cuentapropistas relacionadas con el mundo audiovisual y cinematográfico: el operador y/o arrendador de equipamiento para la producción artística, agente de selección de elenco (casting) y auxiliar de producción artística. Los que decidan optar por este desempeño profesional tendrán que inscribirse en el Registro del creador y tributar a la ONAT con tasas fijadas entre el 5 y 10 por ciento. 

“Siempre creí que era imposible aceptar una ley así”, comenta Cremata. “No creo en esa ley, como no creo en la libertad controlada. Creo, como el cineasta independiente Miguel Coyula, que más que una ley de cine lo que hay que hacer es cine”.

Para el realizador exiliado, en estos momentos, es mucho más importante ser visible en las redes sociales “que estrenar una película histórica en el [cine] Yara”. 

“La tecnología ha propiciado que la gente tenga cada vez más acceso a la posibilidad de hacer una película y de hacerla ver. El día de mañana no sé si podrán hacer una ley de control de las imágenes de los celulares, pero en este momento cualquiera es un realizador en potencia”. 

“Me parece una vergüenza que después de 11 años estemos celebrando que nos dejen bailar el Día de Reyes, como los esclavos. Controlar el arte con una ley me parece un absurdo”, concluyó.