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Demuestran malversación de 420 millones en construcción del Puerto del Mariel

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Demuestran malversación de 420 millones en construcción del Puerto del Mariel

La cifra representa el 65 por ciento del fondo destinado por el Banco Nacional de Desarrollo Económico y Social

El Tribunal de Cuentas de la Unión (TCU) de Brasil ordenó una auditoría fiscal al préstamo realizado por el Banco Nacional de Desarrollo Económico y Social (BNDES) al gobierno de Cuba para la construcción del Puerto del Mariel.

El informe con las primeras investigaciones fue presentado hace unas horas en Sao Paolo y señala que de una de las líneas de crédito, con un monto de 650 millones de dólares, alrededor del 65 por ciento, fue utilizado “indebidamente”.

Se estima que los fondos malversados en el megaproyecto cubano rondarían los $420 millones de dólares, un desfalco que fue a parar a manos de las constructoras brasileñas, presuntamente sobornadas por funcionarios cubanos y del gobierno del hoy encarcelado Lula Da Silva, presidente que ordenó el préstamo.

El TCU instruyó a la fiscalía para que someta a fiscalización más documentos de esta índole en busca de nuevas irregularidades que permitan depurar responsabilidades.

Según las características técnicas de las obras, el tribunal las clasificó en cuatro grandes grupos: carreteras, generación de energía eléctrica, infraestructura urbana y puertos. Sobre cada una de ellas se esperan nuevas revisiones.

El informe de la fiscalía da cuenta que “el BNDES prestó para las obras en Cuba un total de 6073 millones de dólares, de los cuales 3 mil millones fueron completamente desviados: 1 066 millones en la construcción de carreteras (desvío de 50,41%), 932 millones en obras urbanas (desvío de 45,38%), 587 millones en obras de energía eléctrica (desvío de 46,73%) y 416 millones concedidos para la construcción de puertos (desvío de 64%)”.

Sobre el modelo que se empleaba para hacer llegar el dinero a las obras se dice en el informe: “el BNDES le prestaba a las constructoras brasileñas con contratos en el exterior, pero las obligaba a gastar ese dinero en compras en Brasil, como una forma de incentivar la economía nacional. Por este modelo de negocio, que tuvo su auge en los años del gobierno de Lula da Silva, entre 2003 y 2010, y se extendió al primer mandato de Dilma Rousseff, se beneficiaron principalmente países de África y América Latina cercanos ideológicamente al Partido de los Trabajadores, de Lula”.

Dentro del epicentro de los escándalos de corrupción y sobornos destapados en países como Ecuador o Angola se encuentra la constructora Odebrecht que se agenció contratos millonarios por contubernio con los políticos locales que a su vez utilizaban el dinero prestado por BNDES.

Todo el esquema corrupto permaneció por cerca de diez años por lo que se teme que pudieran aparecer nuevas pruebas. Por lo pronto los perjudicados son los propios brasileños pues el BNDES es un banco público y teme por no poder cobrar los préstamos otorgados con un criterio ideológico y no financiero.

 

Con información de O’ Globo  

 

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