Miguel Díaz-Canel «participa» en un trabajo voluntario realizado este domingo

El presidente Miguel Díaz-Canel ha recibido duras críticas en las redes sociales por su “actuación” en un trabajo voluntario realizado este domingo “en una finca cercana al Wajay”, en el municipio Boyeros, La Habana.

Con un pulóver negro ajustado, un jean y unos zapatos de cuero se le ve caminado sobre la tierra, donde al parecer se sembraba algo. En solo minutos, un post de Cubadebate donde se anunció la presencia del mandatario en el lugar se llenó de comentarios negativos.

“Qué tipejo este haciéndose llamar presidente. Estamos esperando que adopte las medidas de China, a ver si algún día en Cuba sobra algo, aunque sea la comida. Pero son tan egocéntricos que no pueden. No soportarían que alguien esté mejor que ellos (…) Quítense la careta, ustedes no son socialistas, ustedes son esclavistas”, escribió un internauta.

Cansados de la falsa imagen, los cubanos recordaron que “los presidentes tienen que lograr lo fundamental para su pueblo y no aparentar que trabajan. Que pongan mejores condiciones a los campesinos y aumento de salarios; podrán dedicar su tiempo a dirigir mejor”.

El equipo de comunicación de Miguel Díaz-Canel intenta mostrarlo cercano al pueblo, probablemente en un fallido intento de imitar la imagen que Fidel Castro logró imponer. Sin embargo, los resultados son pésimos; el contexto es diferente; el sufrimiento en la Isla se ha agravado y las mentiras comienzan a salir a la luz.

“Hay que ser descarado y cínico, ¿qué habrá desayunado este vive bien? El niño mío no tiene leche, ni pan, ni azúcar, ¿por qué no hablan de la comida que ellos se comen todos los días? Cuando ellos mismo no comen nada de los que siembran”, denunciaron.

Otras personas sugirieron a Cubadebate que, teniendo en cuenta su cercanía al mandatario, le pidan dejar de hacer “el ridículo, que de trabajo en el campo no sabe nada, ni vestirse para la ocasión”.

A los “trabajos voluntarios” pocas generaciones (o ninguna) de cubanos ha escapado. Sin embargo, aquellos que iban convencidos lo hacían “con ropa vieja, pantalones y camisas de manga, sombreros viejos, a trabajar de verdad. Ahora los veo con esa ropa de salir y con tan pocos deseos de trabajar que me avergüenza y desengaño cada día más. No actúen que no hace falta, gracias”.