Restricciones a ciudadanos dificultan el crecimiento económico en Cuba

Los ciudadanos de Cuba han denunciado los efectos negativos que tiene el exceso de regulaciones y restricciones en el comercio de la Isla, así como en las posibilidades de inversión de los empresarios. 

“Los cubanos de aquí solo podemos limitarnos a hacer una cafetería, una casa de alquiler o un huertecito”, aseguró Luis Enrique, propietario de un restaurante en Pinar del Río, quien señaló como los inversionistas extranjeros tienen mayor facilidad para la creación de nuevos negocios o para asociarse con las autoridades cubanas en proyectos de modernización de las empresas nacionales, mientras que los oriundos de la Isla a duras penas pueden usar su propia casa para crear algún negocio. 

En el caso de los cubanos residentes en el exterior (CRE), estos tienen marco legal que les permite invertir en la isla, pero hasta el momento, el Ministerio del Comercio Exterior y la Inversión Extranjera (Mincex) no ha esclarecido los puntos ni las facultades de las que son acreedores, pero “tienen los mismos incentivos y garantías que el resto de los inversionistas extranjeros”.

“Las pocas propuestas de CRE que han llegado no han prosperado por no estar orientadas a lo que quieren y que otras están en proceso. O sea, que en más de cinco años no se ha concretado ninguna. Más de cinco años haciendo papeleos y ningún fruto”, agregó el empresario. 

Sin embargo, los CRE han descubierto que el envío de remesas es una manera segura de asociación empresarial con sus familiares residentes de la isla. Sobre este hecho, señala que el régimen es consciente que una parte de las remesas que envían desde el extranjero paran a negocios de los cuentapropistas.

Por su parte el Mincex reconoce la falta de apertura en la inversión y de igual manera hace saber que debe de existir “más información sobre la posibilidad” de inversión en Cuba.