Tienda en MLC de La Habana vende pasta de bocadito fermentada

El Centro Comercial en Moneda Libremente Convertible (MLC) situado en Boyeros y Camagüey, en La Habana, vendió pomos importados de pasta de bocaditos en estado de descomposición, según denunció en su perfil de Facebook el periodista oficialista Lázaro Manuel Alonso.

“Explican los dependientes que se fermentó por el calor. Otros dicen que llegó así a la tienda”, comentó el comunicador del Sistema Informativo de la Televisión Cubana sobre el lote de pomos fermentando.

Seguidamente, lamentó que se siga “perdiendo comida en medio de las tensiones tremendas con el abastecimiento de alimentos”. El periodista etiquetó en su post a la Corporación Cimex, una parte integrante del conglomerado militar Gaesa, que es la dueña de la tienda para que se pronunciaran sobre el caso. Hasta el momento reina el silencio de parte de la institución estatal.

La publicación de Lázaro Manuel Alonso ha generado miles de interacciones, y entre las críticas, denuncias y soluciones que propone la población, la mayoría coincide en la ineficiencia del Gobierno cubano que compra productos de dudosa procedencia en el exterior y luego los vende a exorbitantes precios sin tener en cuenta la calidad.

“Yo no sé qué ahorro de corriente puede representarle al país que las tiendas no estén climatizadas, eso son centavos para lo que se pierde por descomposición, creo que eso es extremismo. Los alimentos sí se pueden descomponer, estamos en agosto y muchos de esos productos necesitan un clima de mantenimiento”, indicó Jorge Krlos, quien comparte la vertiente de opinión de que los pomos se echaron a perder por falta de frío.

En el mismo sentido se pronunció Ariel Basulto al sentenciar que “por ahorrar centavos, terminamos botando miles”.

Por su parte, Willy Dqva calificó de “intolerante” estos hechos y pidió sanciones para los culpables. “En momentos tan difíciles como los que atravesamos no podemos darnos el lujo de que sucedan estas cosas. Que los responsables paguen con sanciones ejemplarizantes”.

Publicación del periodista oficialista quejándose a la corporación Cimex (Captura de pantalla: Lázaro Manuel-Facebook)

En el caso del usuario, Emilio López, comentó las diferencias de clases sociales que existen en Cuba, pues los que tienen acceso a esta tienda en MLC son la minoría.

“Yo me quedo frío como en esta página salen enfocándose en que se perdieron productos, lo cual se refiere la publicación, y se les olvida que en esa tienda hay diferencias de clases sociales, ya que el pueblo de a pie no puede comprar esos productos, tal parece que todos les mandan el dinero del exterior”.

“Por eso pasa lo que pasa, por eso estamos como estamos, no sé cómo tienen cara para sacar un debate de este tipo de productos. Que se jodan todos los alimentos y productos que entran en esa tienda si total es un abuso y una falta de respeto al pueblo”, sentenció.

Sin embargo, otros cubanos argumentan que esta situación, además de las tiendas en MLC, también sucede con productos de la tarjeta de abastecimiento como el yogur de soya para los niños de 7 a 14 años.

Maritza Rodríguez señaló que algo similar pasa “con el yogur de soya para los niños, se pierde el envase, las materias primas para la confección, fuerza productiva, gasolina para su traslado y cuando llega a su destino, está fermentado”.