Tribunal militar condena a cubanos que protestaron por los apagones en Cienfuegos

Manifestantes de Cienfuegos fueron tratados como peligrosos delincuentes por exigir una solución a los cortes de energía eléctrica en su localidad. (Foto: Periódico Cubano)

El Tribunal Militar Territorial Central de Cienfuegos emitió sentencias que han generado polémica en Cuba y han captado la atención internacional. Ocho manifestantes del poblado Covadonga, en el municipio Aguada de Pasajeros, fueron condenados hasta con nueve años de prisión por protestar a causa de los apagones en la Isla.

A los imputados se les acusó de haber cometido los delitos de sedición, desacato, sabotaje y robo con fuerza, cuando en realidad exigían una solución al déficit eléctrico en su comunidad. La protesta ocurrió en julio del año pasado.

La sentencia fue dictada en el tribunal de la zona de La Juanita, donde fue notaria la presencia de agentes de la Seguridad del Estado. Los condenados fueron identificados como Seify Carmona Méndez, de 48 años, y Gianny Betancourt Leiva, de 22 años. Ambos son miembros del Movimiento Ciudadano Reflexión y Reconciliación, y recibieron una pena de nueve años de prisión.

Por su parte, Elisnaide Martínez Cañete, de 37 años, enfrentará cuatro años de condena; mientras que Roche Valentín Ibáñez González, de 29 años, Pedro Caride Santana, de 28 años, y Jorge Armando Castañeda Terrero, de 36 años, han sido sentenciados a tres años de privación de libertad.

Dagoberto Escobar Sosa, de 62 años, y Marcos González Castro, el manifestante más joven con tan solo 18 años, obtuvieron una condena de dos años de prisión. Cabe destacar que uno de los acusados, Elier Alfonso Fonseca, de 31 años, logró escapar del país mientras estaba en libertad condicional a la espera del proceso.

Desde el inicio del juicio, los testigos a favor de los acusados denunciaron la incongruencia de las declaraciones de la fiscalía, así como la falta de profesionalismo en todo el proceso.

Los encausados admitieron su participación en la manifestación y haber pedido el restablecimiento del suministro eléctrico, pero negaron haber provocado actos de vandalismo y robo.

Las familias de los manifestantes condenados también cuestionan la imparcialidad del proceso y planean apelar la sentencia en un plazo de 10 días hábiles. Según ellos, la protesta fue espontánea y no estuvo dirigida por ningún líder, sino que fue un estallido social motivado por la situación de apagones y miseria que enfrenta la población.

Juan Alberto de la Nuez Ramírez, líder opositor, señaló ante Radio Televisión Martí la falta de justicia al acusar a los manifestantes de sedición, cuando la protesta no fue dirigida por ellos, sino que se sumaron a la misma.

La comunidad internacional estará atenta al desarrollo de este caso, que ha generado una intensa controversia y ha levantado preocupaciones sobre la situación de los derechos humanos en Cuba.