Trump defiende eliminar impuestos para quienes ganen menos de 200.000 dólares

Las proyecciones indican que los ingresos por aranceles no serán suficientes para cubrir la reducción de impuestos prometida. (Foto © Periódico Cubano)

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha reafirmado su postura sobre la estrategia de aranceles, asegurando que los ingresos generados por estas medidas podrían reducir significativamente o incluso ayudar a eliminar los impuestos sobre la renta para los estadounidenses que ganan menos de 200.000 dólares al año.

A través de una publicación en su cuenta de Truth Social, el mandatario republicano dijo el domingo 27 de abril que los aranceles crearían empleos, estimularían la construcción de fábricas y proporcionarían una “bonanza económica” para el país. Por lo tanto, el gobierno estaría en disposición de no captar tantos ingresos por la vía de impuestos.

Según los datos más recientes del Servicio de Impuestos Internos (IRS) de Estados Unidos, aproximadamente el 94.4% de los contribuyentes ganan menos de 200.000 dólares al año. Esto equivale alrededor de 151.6 millones de declaraciones de impuestos presentadas en el año fiscal 2022, de un total de 160.6 millones. Este grupo representa a la gran mayoría de los trabajadores estadounidenses, con ingresos ajustados brutos (AGI) inferiores a esa cifra.

No obstante, su propuesta ha sido recibida con escepticismo por parte de economistas que cuestionan la viabilidad de tales afirmaciones. Las proyecciones indican que los ingresos por aranceles no serán suficientes para cubrir la reducción de impuestos prometida. A pesar de ello, Trump sigue defendiendo sus políticas y asegura que estos cambios traerán beneficios significativos para la clase media.

Un reciente sondeo de ABC News/Ipsos revela que solo el 34% de los estadounidenses aprueban la estrategia de aranceles de Trump, mientras que un 72% predice que esta medida podría empujar a Estados Unidos hacia una recesión.

Además, el 73% de los encuestados consideran que la economía está en malas condiciones, y el 53% opina que la situación ha empeorado bajo el liderazgo de Trump. Su índice de aprobación general ha caído al 39%, el nivel más bajo para un presidente en esta etapa desde 1945.

A pesar de las críticas, Trump sigue presionando por la extensión de las reformas fiscales de 2017, que están por vencer. Su administración también está trabajando en propuestas para eximir de impuestos ciertos ingresos, como las propinas y las ganancias de la Seguridad Social, mientras aboga por una reducción adicional en la tasa impositiva corporativa.

A largo plazo, los aranceles podrían afectar la competitividad de las empresas estadounidenses, especialmente en sectores como la manufactura y la agricultura. Además, podrían provocar represalias comerciales por parte de otros países, lo que agravaría aún más los efectos negativos en el comercio internacional.

Aunque la idea de un gobierno con impuestos mínimos puede sonar atractiva en un principio, sus implicaciones son complejas. La eliminación de los impuestos sobre la renta podría liberar recursos para los ciudadanos, aumentando su poder adquisitivo y estimulando el consumo.

Sin embargo, la eliminación de estos impuestos representa un desafío fiscal para el gobierno de EEUUs, que depende de estos ingresos para financiar programas esenciales como la educación, la salud y la infraestructura.

Si el gobierno de Trump recurre a fuentes de ingresos inestables como los aranceles, podría verse obligado a recortar en áreas clave, lo que afectaría principalmente a las clases más vulnerables. Además, el aumento de los déficits fiscales podría generar un aumento en la deuda pública, con posibles repercusiones a largo plazo en la estabilidad económica del país.