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Venta de autos en dólares en Cuba arruina el negocio de las agencias en Miami
El gobierno cubano ha mantenido un control estricto sobre la importación de automóviles, restringiéndola durante décadas a un grupo selecto de personas
En el primer semestre de 2024, Cuba importó vehículos de Estados Unidos por más de 30 millones de dólares. (Foto © Periódico Cubano)
La autorización del régimen castrista para que los distribuidores de autos en Cuba puedan hacer ventas directas a los ciudadanos cubanos es un duro golpe para las agencias de envíos en Miami que se dedicaban a exportar carros a la Isla, aprovechando una excepción al embargo estadounidense decretado por Joe Biden.
Desde el 1 de enero, entró en vigor una resolución publicada en Gaceta Oficial que estipula el acceso al mercado automotriz pagando en dólares. El gobierno se lleva un porcentaje por concepto de impuesto de la transacción de compra-venta. Sin embargo, el precio final es mucho menor que importar el auto desde Estados Unidos y los tiempos de entrega también son mejores.
Recientemente, el ministro de Transporte cubano, Eduardo Rodríguez Dávila, publicó un listado de nueve empresas autorizadas para comercializar vehículos en Cuba, muchas de ellas vinculadas al conglomerado militar GAESA. Tan solo una semana después, MCV Comercial, distribuidora autorizada de la marca Mercedes-Benz en Cuba, anunciaba una saturación de las citas para comprar autos.
Sobre el tema, el economista Emilio Morales declaró a Martí Noticias que estas medidas buscan garantizar que todos los ingresos en dólares fluyan hacia GAESA. “Es una radicalización en medio de una crisis multisistémica. Cada dólar potencial será controlado”, aseveró.
Cuba había anunciado en 2024 una reducción de impuestos para importación de autos, prometiendo facilitar el proceso para personas naturales. Alex, un cubano en Miami, logró enviar un auto a La Habana. “Pagué 35.200 dólares en total por un Kía Río de 2019. Ahora eso ya no es posible”, comentó.
Actualmente, la agencia Finauto International Ltd comercializa ocho modelos de Kia por menos de los 35.200 dólares que pagó Alex por el envío del auto a Cuba. Además, el catálogo es del 2024, es decir, cinco años más moderno que el vehículo llegado desde Miami.
Según cifras de Cuba Trade, en el primer semestre de 2024, Cuba importó vehículos de EEUU por más de 30 millones de dólares. Esta actividad dejaba al gobierno importantes ingresos por cada unidad. Sin embargo, ahora, con el cobro del porcentaje en forma de impuesto que va desde el 5 al 35% y con gran auge en las ventas, GAESA ganará mucho más dinero.
Históricamente, el gobierno cubano ha mantenido un control estricto sobre la importación de automóviles, restringiéndola durante décadas a un grupo selecto de personas que debían obtener permisos especiales.
Hasta 2013, solo médicos en misiones, artistas destacados, deportistas de alto nivel y otros profesionales aprobados por el Estado podían acceder a la importación de vehículos, siempre mediante una carta de autorización del vicepresidente del país.
Ese mismo año se permitió la compraventa de autos nuevos y usados, pero los elevados impuestos, que llegaron a superar el 500% del valor del vehículo, hicieron que el mercado siguiera siendo inaccesible para la mayor parte de la población. Este esquema de control ha favorecido históricamente a empresas estatales y mixtas vinculadas al gobierno.