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Díaz-Canel no detuvo su caravana para atender a damnificados por el huracán Ian
El mandatario se apega a un guion que monta un escenario favorable para su imagen gubernamental y rechaza a los verdaderos afectados por el ciclón
El presidente Miguel Díaz-Canel ignoró a las personas afectadas por el huracán Ian en Pinar del Río. (Collage: Mario J. Pentón – Twitter)
La preocupación del presidente cubano Miguel Díaz-Canel por los damnificados a causa del impacto del huracán Ian es parte de un guion, que de manera rigurosa debe cumplir sin actos espontáneos y respetando todos los escenarios establecidos para reflejar una actitud positiva del régimen ante el desastre.
Esta planificación enfocada únicamente a la imagen gubernamental y genera un desagradable rechazo en las personas afectadas, que no se encuentran seleccionadas para decir un diálogo en la visita del mandatario designado.
Ejemplo de ello ocurrió en Pinar del Río, residentes de un pueblo destruido por el ciclón se plantaron en la carretera para pedir apoyo al presidente, pero solo terminaron siendo ignorados por el comunista que no ve como iguales a todos los cubanos.
“No va a parar, ese no va a parar, ¿Por qué no pueden paran?”, expresaban los ciudadanos desesperados por recibir la atención de sus autoridades.
#DenunciaCiudadanaCuba | La cohorte de Díaz-Canel pasea por Pinar del Río desolado tras #HuracanIan. No para donde no está todo previsto para hacerse la foto de rigor y posar como un conmovido líder ante el desastre. Para el show siempre tiene combustible, recursos y extras… pic.twitter.com/7BOUZUdP0H
— Mario J. Pentón (@MarioJPenton) October 8, 2022
Los vehículos de la caravana avanzaban a toda velocidad como si huyeran de algo, ni siquiera frenaron cuando una mujer se paró en medio de la calle señalando alto con sus manos.
El video de este hecho se viralizó en redes sociales y lógicamente desató comentarios de indignación por tener en Cuba un presidente que no se comporta como un verdadero funcionario público y solo parece el actor para la propaganda castrista.
“¿Y dentro de esa cantidad de carros quiénes están? ¿A los que ponen en la escenografía para las fotos o qué?”, manifestó una usuaria.
El tuitero cubano Yo Uso MI Nasobuco comentó que “en esa caravana ya van todos los Chivatones que luego salen ‘agradeciéndole’ en la televisión cuando va de visita, se los trae de la casa”.
“No van a parar, pues el show montado es en otro lado, ese señor de pueblo que abraza a viejos, niños negritos y demás, tiene que estar limpio de improvisación, lo del él es un guion al estilo”, agregó otro cibernauta.
Probablemente, los asesores de imagen de la presidencia buscan evitar otro encuentro realista de Díaz-Canel con el pueblo cubano, tal como ocurrió en el Surgidero de Batabanó, provincia de Mayabeque, donde el mandatario se llevó tremenda abucheada.
En este lugar se vivió la realidad que el régimen intenta ocultar, una población enfurecida ante los problemas sin solución, mientras el presidente camina sin voltear a verlos y protegido por militares y agentes de la Seguridad del Estado.
“Descarados, abusadores, se están burlando del pueblo, se están riendo de uno. Los primeros descarados son los dirigentes, son unos descarados y bien”, fue uno de los gritos expresados en Batabanó que podría decirse en cualquier sitio donde se pare el designado para dar continuidad al castrismo.
