Abogado cubano exige un país donde el salario de su trabajo le alcance para comer

El pasado día 8 de noviembre de 2022 Almaguer recibió su salario del mes de octubre y se dispuso a comprar alimentos para su esposa y dos niñas pequeñas. (Foto: Periódico Cubano)

El abogado Miguel Almaguer se quejó en redes sociales sobre el alto precio de la vida en Cuba, donde su salario no le alcanza ni para comer y cobrar una remuneración que “alcance para vivir y no para rabiar”.

Durante su reflexión, el profesional del Derecho cuenta cómo percibe un salario de 5.500 pesos cubanos (CUP) que está considerado por encima de la media del país, luego que entrará en vigor la nueva reforma salarial en enero de 2021.

Sin embargo, la inflación que no para de crecer y el déficit de alimentos elevan los precios de la comida y otros servicios en la economía nacional.

El pasado día 8 de noviembre de 2022 Almaguer recibió su salario del mes de octubre y se dispuso a comprar alimentos para su esposa y dos niñas pequeñas.

“Pasé por el mercado, compro 10 libras de arroz $500, 10 libras de frijoles $1400, 5 libras de pepino porque del tomate ni hablar $100, dos potes de ají cachucha $80, un mazo de cebollas $200, dos mazos de cilantro $40”, refirió el abogado que en apenas 10 minutos ya había gastado más del 40% de su salario del mes.

Posteriormente, tuvo que pagar los mandados de la bodega un total de 900 CUP y para la factura de la electricidad y el agua debió destinar otros 530 CUP.

En el trayecto para llegar a su casa se detuvo en quiosco para comprarles a sus hijos dos paquetes de galletas que le costaron 200 CUP. Después de ese periplo, su esposa le comenta que no hay aceite en la casa y que una vecina lo vende en 700 CUP.

“Quiero guardar algo para comprar los zapatos del niño que ya no dan más para ir a la escuela, pero me quedan $680 y faltan 29 días para volver a cobrar. Hasta cuándo vamos a vivir así, el salario de un mes y lo gastó en una tarde y no cubre ni la mitad de los gastos básicos, porque no hable ni del plato fuerte, ni del aseo, ni las meriendas de la escuela, ni transporte, ni muchas otras cosas más que son necesarias”, se quejó el trabajador de la Organización Nacional de Bufetes Colectivos (ONBC).

“No me digas que soy continuidad porque no quiero, quiero un país donde yo trabajé y me alcance para vivir, no para rabiar. Mis hijos sufren, mis padres sufren, yo sufro, mis clientes sufren, Cuba sufre, mientras tú sigues en tu burbuja de mentiras y falsedades. No más mentiras”, culminó reflexionando Almaguer.