Abuelo del joven cubano muerto en el Servicio Militar asegura que su nieto tenía un implante

Maikol Arcia Hernández, quien perdió la vida en el Servicio Militar obligatorio, tenía un implante. (Foto: Julio César Correa Hernández – Facebook)

Una noticia de este fin de semana ha impactado en el Occidente del país, y en toda Cuba: el joven Maikol Arcia Hernández se quitó la vida mientras cumplía el Servicio Militar Activo de carácter obligatorio en la Isla.

La información la hizo saber a través de las redes sociales su abuelo, Julio César Correa Hernández, quien con dolor infinito vuelve a mencionar el tema en Facebook.

En la primera publicación, el hombre explicó que su nieto tenía problemas mentales y que de todas maneras tuvo que pasar el Servicio Militar que impone el régimen. En esta ocasión, el señor cuenta que el muchacho tenía un implante, y así mismo se vio forzado a cumplir.

Correa Hernández relató, mostrando una imagen del fallecido, que hace dos años Maikol fue operado “producto de un batazo con un bate de aluminio, el cual le fracturó la mandíbula en tres partes, se le implanta una lámina de metal y con puntos de alambre, la cual nunca se podía retirar, era fija de por vida, y así lo aprobaron para el servicio militar”.

Según expuso el abuelo dolorosamente, en la necro se le tuvo que retirar la lámina del implante para “poder reconstruir su físico lateral izquierdo”.

Una historia dolorosa de contar y que realmente toca el corazón e indigna, porque no es el primer caso de un joven que no aguanta la presión dentro de las unidades y decide acabar con su vida.

El abuelo del fallecido afirmó que le dio aviso a un oficial sobre las intenciones del joven, y el esbirro dijo que eran “malcriadeces”.

El pasado viernes, en la unidad “6244 que pertenece a liberación San José de las Lajas”, según lo comentado por Correa Hernández, su nieto se suicidó “en el horario comprendido de la 6:00 p.m….. Quiero aclarar que tenía problemas mentales, el cual nunca se valoró, hace tres meses me comentó que se iba a quitar la vida de un tiro, hablé profundamente con él, al tercer día le hago saber al capitán Yordany esta preocupación mía como padre de familia, el cual me manifestó que eso eran malcriadeces”.

Asimismo, expresó que le pidió al nombrado capitán “que no le entregara arma a mi nieto para evitar males mayores, pero el oficial no entendió y lo puso a hacer posta en un sitio donde se encuentra armamentos y municiones”.

Otra víctima del despiadado régimen cubano perdió una madre. En la flor de la juventud, los varones cubanos son obligados a cumplir un año o dos de Servicio Militar Activo en unidades como soldados.