Acertijo o adivinanza de la charada cubana

La cultura popular ha otorgado un significado a cada uno de los 100 números de la charada cubana. (Diseño: Periódico Cubano)

La superstición o leyenda urbana del acertijo de la bolita es profundamente arraigada en la cultura popular cubana, donde frecuentemente se apuesta por el número ganador en la charada cubana.

El acertijo, que puede consistir en unas pocas palabras o en un párrafo entero, se comercializa por 10 o 20 pesos cubanos desde temprano en los barrios de La Habana y otras ciudades del país.

A los aficionados no les preocupa quién lo crea ni su origen; lo crucial es que la respuesta al acertijo corresponde a uno de los múltiples significados que la cultura popular asigna a cada uno de los 100 números de la charada cubana. Esto supone conocer de antemano el número que ganará en el sorteo del día, permitiendo apostar a tiempo a los dígitos que coincidan con la solución del acertijo.

“Hay quien dice que el acertijo se anuncia en una emisora de radio internacional, cuyo nombre nadie revela; otros afirman que surge en los sueños de un brujo desconocido, y también hay quien susurra que los acertijos son obra de los órganos de seguridad del gobierno, quienes gestionan la mayoría de las apuestas y recogida de números. Es difícil determinar cuál de estas versiones es verdadera, o si todas son falsas”, detalla Francisco Fernández, un veterano apostador que lleva años jugando a la bolita.

Inicialmente, el acertijo ofrece varias “posibles respuestas” debido a la amplia gama de interpretaciones que se pueden dar a cada número de la charada, pero la “respuesta correcta” solo se revela una vez anunciado el número ganador, momento en que la solución se vuelve evidente.

“Se mira, pero no se toca…” fue el acertijo que Fernández pagó a un vendedor ambulante en la calle Mercaderes el día anterior. Las respuestas podrían ser múltiples: majá (21), anguila (26), araña (35), alacrán (43), luz eléctrica (53), entre otras. Sin embargo, el número ganador aquella noche fue el siete.

“¡Estaba más claro que el agua, la mierda se mira pero no se toca!”, insiste Francisco, que aunque no acertó en esa ocasión, estuvo cerca de hacerlo.

Breve historia de la charada o bolita cubana

La lotería tenía un carácter legal antes de 1959 el Estado cubano era quien principalmente promovía, manejaba y administraba las apuestas, pero como submundo y al margen de la ley operaba la charada donde se podía apostar de manera clandestina con aquellos que no jugaban en la oficial.

Con la llegada al poder de Fidel Castro y la instauración del socialismo en la Isla, la Revolución rápidamente declaró la charada incompatible con el nuevo sistema, considerando las apuestas como “uno de los peores males del capitalismo”, y la incorporó dentro del código penal con sanciones que incluían “privación de libertad de uno a tres años o multa de trescientas a mil cuotas o ambas”.

Curiosamente, los códigos penales cubanos no incluyeron a los “jugadores” en la prohibición, es decir, no es ilegal apostar en la charada, pero sí lo es ser banquero, colector, registrador o promover apuestas.

Durante mucho tiempo, el número ganador se tomaba de la lotería del Táchira en Venezuela, hasta que otra “revolución” —la de Hugo Chávez— cambió las cosas de nuevo. De manera popular, sin un consenso común o institución que lo sugiriese, los jugadores y los banqueros comenzaron a regirse por el resultado del Pick 3 y Pick 4 de la Lotería de la Florida (antes conocida como el Cash 3 y Play 4). Los banqueros y colectores organizan dos rondas de apuestas, una al mediodía y otra por la noche. (Vea los números ganadores de la charada en el día de hoy)

“La charada es tan cubana como la palma real, se paga en pesos cubanos y no en dólares. Cuando estuve en Angola vi a generales y coroneles usando los números de la charada para comunicarse en clave. Tiene más historia que un libro de texto” defiende Francisco mientras saca dinero de su bolsillo para probar su suerte diaria en el juego.

“Todos han jugado al menos una vez en la vida. Y si no lo han hecho, por lo menos conocen cómo funciona y dónde apostar” termina diciendo mientras le entrega al colector un papelito con los números y el dinero que jugará esta noche.

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