Amelia Calzadilla pide recaudar fondos para afectados por derrumbe en la Habana Vieja

“Confío en el amor de las personas que une esta comunidad para ayudar con lo que se pueda”. (Captura de pantalla: Amelia Calzadilla – Facebook)

Los damnificados por el derrumbe del edificio de la calle Lamparilla, en la Habana Vieja, quedaron totalmente desposeídos de sus bienes y atraviesan una cruda realidad acrecentada por la inacción del gobierno comunista, que los tiene durmiendo en el suelo en una escuela de la localidad que funciona como albergue.

Ante el complejo panorama, Amelia Calzadilla, conocida por sus denuncias de varios de los problemas en Cuba, ha hecho un llamado a la solidaridad de la comunidad cubana para que se movilice en la recaudación de fondos.

“Del total de personas afectadas hubo tres fallecidos por quienes solo podemos pedir por su descanso eterno y paz para sus familiares. Pero para quienes han perdido bienes materiales y con ellos su estabilidad emocional, aún podemos hacer alguito”, expresó Calzadilla.

Ante la tragedia, la comunidad se ha movilizado para ayudar. La activista Yamilka Laffita, también conocida como Lara Croft en redes sociales, ha listado las necesidades más urgentes de los damnificados: ropa, zapatos, artículos de aseo y alimentos no perecederos. Además, se han establecido puntos de recogida en Playa, Centro Habana, Habana del Este, Marianao y Boyeros.

“Confío en el amor de las personas que une esta comunidad para ayudar con lo que se pueda. Cuando conoces 56 personas, de ellos 21 infantes, despojadas de toda esperanza, se te aprieta el corazón y la vida exige apelar a la sensibilidad de los que sabemos que solo el amor puede ser bálsamo para el alma”, añadió Calzadilla, que se volvió popular en las redes sociales por sus reclamos al gobierno castrista.

Para más información, los interesados en colaborar pueden contactar a Lara al 52936519, Patricia al 53457807 y Daniela al 56346302, tres mujeres de la sociedad civil cubana que coordinan esfuerzos para ayudar a sus compatriotas necesitados.

Susana Pérez, una de las damnificadas, expresó su desesperación al no tener un lugar seguro para ella y sus cuatro hijos. “No tenemos dónde vivir. Mi niña más pequeña tiene un año”, señaló en un video publicado un día después de la fatídica noche del derrumbe.

Otros refugiados en la escuela precisaron que las autoridades comunistas sí les han proporcionado alimentos y otros tipos de atenciones, pero a su vez les dieron un ultimátum para que busquen dónde vivir ante la necesidad de utilizar el colegio para la continuación de las clases.

El evento demuestra el nivel de cinismo del primer secretario del Partido Comunista, Miguel Díaz-Canel que prometió “toda la ayuda” para los afectados.