Caracol gigante africano, una plaga invasora que de nuevo amenaza a Cuba

Mientras las autoridades de Cuba siguen sin poder resolver la actual crisis sanitaria en Cuba en medio de la pandemia de COVID-19, con brotes de dengue y la amenaza de zika y chikungunya, otra plaga se ha reabierto paso en Las Tunas: el venenoso caracol gigante.

En los últimos días se capturaron cerca de 400 ejemplares de este peligroso molusco, a fin de “controlar” la plaga, sin embargo las condiciones actuales en Cuba crean un hábitat favorecedor para estos caracoles.

María del Carmen Pupo Chiong, bióloga del Departamento de Entomología Médica del Centro Provincial de Higiene y Epidemiología, indicó que el caracol gigante africano se observa en zonas desocupadas, sin embargo, gradualmente va entrando en las urbes, amenazando a la naturaleza y a la salud humana.

Este nuevo rebrote del molusco se detectó en el Reparto Velázquez, capital de Las Tunas, donde desde 2019 se realizan operativos para intentar controlar la plaga.

El año pasado se eliminaron unos nueve mil especímenes de caracol gigante africano, lo que presuntamente permitió que la plaga no llegara a otros municipios.

Sin embargo, a mediados del año pasado, en varias provincias de Cuba se denunció la presencia del molusco, incluso en escuelas y parques, por lo que las autoridades recomendaban a los padres y representantes trazar una línea de cal alrededor del plantel para evitar la entrada del animal.

Especie invasora en Cuba

El caracol gigante africano se encuentra dentro de las 100 especies invasoras más perjudiciales del planeta, pues provoca afectaciones a la agricultura y a la salud de las personas.

No es una especie endémica de Cuba, por lo que no tiene depredadores naturales. Es extremadamente venenoso, por lo que incluso la baba que deja al moverse es peligrosa para la piel.

Tampoco es comestible y nunca debe manipularse sin protección, guantes o bolsas en las manos, además de que es preferible quemarlos después de muertos.

Esto porque el molusco no solo es tóxico, sino que puede estar contaminado con larvas de Angiostrongylus cantonensis, parásito pulmonar de las ratas transmisible a humanos, que es causa frecuente de la meningoencefalitis eosinofílica, que es mortal.

“Debemos eliminar la acumulación de escombros, mantener la higiene en las viviendas y centros laborales a fin de prevenir la proliferación de roedores, que son los hospederos definitivos del parásito. Llamamos, además, a realizar los reportes oportunos del caracol a Sanidad Vegetal o al Centro Provincial de Higiene, Epidemiología y Microbiología y cumplir con las orientaciones que evitan la infección”, explicó Pupo Chiong.